viernes, 29 de noviembre de 2013

EL DEDO DE RODRIGO


El último regalo

         Pasó un tiempo en que todo el mundo te preguntaba si ya eras abuelo... ¿Abuelo...? sólo la palabra te daba miedo. Abuelo significaba para un cincuentón, sobreviviente de la segunda crisis vital y temeroso de no superar la tercera, la antesala de la esquela en ABC, el título postrero desde aquellos lejanos y entrañables “nieto”, “sobrino”, “ahijado”... pero cuando te apeaste de la dulzura e informalidad de la nominación “hijo” para auparte en la formal de “padre”; cuando dejaste de ser el hijo de... para ser el padre de... es cuando la comedia se convirtió para ti en drama, pero, claro, entonces no te diste cuenta con tanta novedad por delante, con tanto ego y tanta piel sobresaltados, y hasta te consideraste importante, señor de la vida; es la trampa, la gran estafa, la jugada que la Providencia te tenía preparada... Sí, era lo que tú pensabas entonces con toda certeza en un momento en que ya empezabas a contar lo que te restaba de camino, fallecidos tus padres y, por ello, colocado en el filo del abismo... “¿Abuelo?”, qué horror, ni pensarlo”, contestabas a los preguntones.

         Pero la Providencia seguiría jugando contigo en su tablero de la vida y, sin que contaras con ello, a uno de tus hijos le da por caer -inocente e incauto- en la trampa de traspasar el límite fatal, pasar de “hijo” a “padre”, sin tener en cuenta que habrá víctimas colaterales, o sea, tú, el padre de los padres, el que milagrosamente ha sobrevivido a la crisis de los sesenta..., porque ¿los cuarenta, crisis...? qué tontería”, el gran hándicap tardaría veinte años en llegar cuando el primer nieto te anuncie, sin mirarte siquiera, que para ti no trae ningún pan, sino  la proclamación formal y definitiva de tu último estado y penúltimo escalón...

         Y con esa desconfianza miras al causante de tu “ascenso” cuando visitas Maternidad... “Abuelo, madre mía”, dices para tus adentros, y  te acercas para darle un beso al recién nacido con cara de incrédulo, como si no tuvieras nada que ver con aquel pequeño sujeto llorón o dormilón. Y con esa sensación irás a verlo cuando la abuela te empuja a la visita después de mirarte en el espejo y repetirle a tu otro yo: “Abuelo... qué habré hecho yo para que esta máquina vaya tan ligera”. Y lo peor es que a pesar de que te dijiste mil veces que no te verían por tu barrio empujando un cochecito de bebé, hasta llegas a ser un experto conductor, después de vencer la manía de mirar a todos sitios por si te están contemplando en tan caduca actividad... “¿Qué? ¿Vamos con el nieto, no? Tierra trágame, lamentarás para tus adentros porque, de viejo, con quien más habla uno es consigo mismo.

         Y así pasan los primeros meses y hasta el primer año, pero allá por la segunda Navidad, cuando la criatura balbucea sus primeras ideas y da sus iniciales pasos sobre el suelo que ha de soportarlo todos los días de su vida, ocurre el prodigio: tu nietecito anda hacia tí llamándote “Abu” y, ¡madre mía!, te da un abrazo y suelta en tu rostro, reseco y tal vez mal afeitado, un beso... entonces te das cuenta que eso que hemos estado llamando Providencia sigue con su partida y te deja ganar este lance para que sientas una nueva sensación tan pura, tan blanda, tan angelical, tan de verdad..., como un salvavidas para el tiempo que te espera.

         De súbito a la palabra abuelo se le ha caído la mitad de su peso, justo la parte que tanto te molestaba sin saberlo, y con ella el chirriar de su sonido dejándola en un maravilloso nombramiento: “abu...”, y te das cuenta de que sabe mejor que todo lo que te han llamado en tu existencia, y que ese abrazo, ese beso, es lo más hermoso que la vida te tenía reservado. ¡Ah, la Providencia, qué bien juega con nosotros cuando nos da la oportunidad de seguir en la partida y en este estado hasta el último movimiento.


Ángel Vela Nieto
         

lunes, 25 de noviembre de 2013

EL CHUZO DE MARCHENA


El Café-Teatro Novedades. Plaza de la Campana. Fotografía de José María González-Nandin de la fototeca de la Universidad de Sevilla

EL CAFÉ-TEATRO NOVEDADES PODRÁ REINAUGURARSE EN TRIANA


La  última acta de la Junta Municipal del Distrito de Triana a la que he tenido acceso, gentileza de la Asociación de Vecinos de Triana Norte,  se corresponde con la celebrada el pasado  2 de octubre. Pese a la cantidad de recursos humanos  que dispone el Distrito,  la última acta  publicada en la web municipal es de Junio del 2013. En ella, además de las numerosas y habituales propuestas de arreglos de alcorques, ensanches de acerados, podas de árboles y tapado de baches, quiero destacar el informe de los presupuestos municipales de 2014 para los servicios que presta el distrito de Triana y una aclaración del delegado acerca de la zona acústicamente saturada.

La actual coyuntura económica por la que estamos atravesando y un análisis de los presupuestos que manejan los distritos sevillanos, once en total, nos llevan a la inmediata conclusión de que mantener semejante infraestructura en esta situación de crisis tan brutal es un auténtico atentado contra el bolsillo de los sevillanos ¿Quién en su sano juicio es capaz de mantener un distrito como el de Triana que para manejar un presupuesto de servicios de 498.655, 88 euros gasta una cantidad superior? De la citada cantidad de gastos más de la mitad, 268.159,54 euros, van destinados a gastos de talleres. 70.000 euros es el gasto de la Velá y 20.000 euros para una cabalgata  de los Reyes  Magos que cada año tiene menos sentido. 30.000 euros están destinado a subvenciones. Para obras en la vía pública queda una partida de 20.000 euros y 10.000 euros para la construcción de parques infantiles. El resto del presupuesto se reparte en gastos socioculturales y administración general. Sin entrar en valorar estas partidas presupuestarias de las que se podría o no discrepar, lo que no parece  discutible es que para gestionar menos de 500.000 euros sea necesaria tanta infraestructura ni medios humanos. Además de un concejal con dedicación exclusiva, contamos con un director y subdirector de distrito, una secretaria general y un número ingente de funcionarios entre los que no faltan ni secretarias de dirección.  Además de los recursos humanos, con cargo a la partida presupuestaria general del Ayuntamiento, hay que tener en cuenta que disponen de un extraordinario edificio, cada día en peor estado de conservación, y cuyo uso final podría ser otro más interesante y fructífero para el Barrio, nos estamos refiriendo a la Casa de los Mensaque.   Desgraciadamente la  clase política que nos gobierna en la actualidad es capaz de mantener  los Distritos municipales a costa de lo que sea y si, por comparación, observamos cómo  el Senado o las Diputaciones Provinciales, de las que cada día tenemos más evidencia que están para el servicio de los políticos y no de los ciudadanos, están en tela de juicio, parece obvio que en la administración  más cercana debamos plantearnos mantener estos niveles de gobierno municipal tan inútiles y que para el presupuesto de servicios que gestionan debería ser más que suficiente  la sola presencia del concejal delegado en una pequeña oficina.

La segunda cuestión planteada, relativa a los nuevos establecimientos que se están instalando en la zona acústicamente saturada de Triana, es la respuesta que da el delegado a la Asociación de Vecinos de Triana Norte donde aclara que en estas zonas hay posibilidad de legalizar  “Restaurantes”  y que las heladerías, salones de juego y “cafés-teatros” no están prohibidos.  Los cafés-teatros, como el famoso Novedades que ilustra la entrada, eran establecimientos donde se desarrollaban obras teatrales y de variedades.  El Sr. delegado sabrá argumentar perfectamente cómo encajar en el marco legal actual un establecimiento de este tipo en una zona ZAS y con viviendas colindantes pero de entrada, salvo que admitamos pulpo como animal de compañía, parece poco apropiado este tipo de locales en una ZAS.  En definitiva, no parece lógico que no se permita un bar a secas y sí un bar con camerino y escenario, que en definitiva es lo que  técnicamente va a distinguir un establecimiento de otro.

Mientras tanto,  y en vista que el Museo de la Cerámica de Triana sigue sin inaugurarse como tal, quién sabe si no pasa por la cabeza del Delegado convertir el Centro Cerámico en un Café- Teatro tipo el Novedades que había en La Campana. Es cuestión de tiempo.


José Luis Jiménez

jueves, 21 de noviembre de 2013

EL DEDO DE RODRIGO



Que veinte años no es nada


Cuando necesito destensar los cordones blanquecinos que nos excitan sin contemplaciones, esos que se llaman nervios; cuando quiero reconfortar mi patriótica conciencia y mi orgullo de barrio, desmenuzo las noticias publicadas y las que se generan en lo interno, en lo íntimo, me refiero a las de consumo peñístico y tabernarios y que mencionan a nuestros artistas flamencos, porque de esta parcela, la de los surcos más fértiles de la vega del arte trianero, nos llegan los frutos que alimentan nuestra necesidad de satisfacción. Y es que las secciones de los periódicos dedicadas a los espectáculos quedarían reducidas en su contenido si no se contaran los éxitos de quienes son raíces de esta frustrada meca del Arte.

Cuando levito por estos mansos y cálidos edenes, sin turbulencia ni molestos sirimiris de injusticias y olvidos, caigo en la cuenta del absoluto milagro que se repite en esta Sevilla transfluvial y distinta que es Triana, donde sin escuelas ni academias municipales (se menosprecia la cultura autóctona que es un valor convertible en riqueza), surgen artífices capaces de competir en los teatros más exigentes del orbe. Ay, el día que se potencie este chorro telúrico y se aboque su caudal desperdiciado... Si así sucediera algún día, Triana sería dentro del contexto musical andaluz una alegre Salzburgo con casas natales de músicos e intérpretes célebres y festivales internacionales, igual de considerada que la tierra de Mozart y dispuesta a dejar boquiabiertos a los turistas de todos los aeropuertos del planeta. ¿Que exagero? Si se pudiera probar... El día que nos dediquemos, con amor, inteligencia y decisión, a vender lo nuestro, Sevilla tendrá asegurado el lugar que merece dentro de un sector económico que es fundamental, pero las vergüenzas post-modernas mantienen apresados los complejos y, salvo la Feria y la Semana Santa, nuestras costumbre, historia, folclore (sí, la Andalucía de pandereta, tan denostada) y nuestras leyendas de pueblo mágico, que de sobra lo somos, siguen sin ser conceptos con la suficiente fuerza argumental para sobreponerse al único entendido, al que apoyan y creen rentable por ejercicio turístico monoteísta: la costa. Como si no tuviéramos más calor y más sal que el sol y la playa.

(Este texto lo escribimos el 22 de Noviembre de 1993, en la sección “La Cruz de San Jacinto” de El Correo de Andalucía).

Ángel Vela Nieto

lunes, 18 de noviembre de 2013

EL FAROL DE MARCHENA


CURIOSIDADES DE JUAN BELMONTE


La exposición sobre  Belmonte y Joselito, que en la actualidad se está mostrando en el Convento de Santa Clara y en el Castillo de San Jorge,  es una buena oportunidad para observar una muestra de documentos y objetos interesantes sobre ambos matadores de toros y desde luego totalmente recomendable para quienes no la hayan visitado todavía.

Mucho se está hablando de ambos diestros en estos días desde diversos ámbitos y es por ello que  en este blog queremos aportar nuestro granito de arena mostrando un par de documentos curiosos sobre la figura del Pasmo de Triana.

El primero de ello se trata de la revista Estampa del 4 de junio de 1932. Con el titular de portada “Juan Belmonte habla del comunismo” aparece una fotografía del trianero.  En el interior, un amplio reportaje con fotografías desde su cortijo “La Capitana” donde expone su opinión sobre temas políticos de actualidad. El momento en España es complejo por la cantidad de reivindicaciones sociales que estaban llevándose a cabo. Eran los momentos previos a la aprobación de la Reforma Agraria de 1932 que ocurrió el 9 de septiembre y los jornaleros andaluces están en pie de guerra en la lucha por sus intereses. A los pocos meses ocurrirán los famosos sucesos del municipio gaditano de Casas Viejas que terminarán con el gobierno presidido por el socialista Manuel Azaña, era el fin del primer bienio de la segunda república.

En Utrera, localidad donde se ubicaba la finca del diestro trianero, se estaba viviendo una  huelga de campesinos de la CNT. Belmonte, pese a su condición de patrón terrateniente, se muestra partidario de colectivizar la tierra como solución ideal al problema agrario andaluz pero reivindicando las fatigas que había pasado  toreando  para tener esas tierras que deberían tener una justa valoración en caso de la esperada reforma agraria. No deja de ser curiosa la reflexión sobre el comunismo, el sindicalismo, el anarquismo y, en definitiva, el movimiento obrero que se estaba viviendo en su entorno, cuando asegura que tienen un marcado acento sevillano que los desfigura y los exalta nuestro temperamento tan exagerado. Termina la entrevista mostrando optimismo y aseverando que “poco a poco iremos progresando, mejorando nuestra técnica y nuestra economía. Poco a poco iremos ganando los años de ventaja que nos llevan los países industriales. Seguiremos teniendo disputas de intereses, pero serán razonables y humanas: como en otros sitios…”

No se pudieron cumplir sus deseos y se necesitó mucho más tiempo del esperado.

El otro documento es la partitura del pasodoble torero “El Fenomeno”, dedicado a Juan Belmonte y escrita por A.G. Hernández. El que quiera interpretarla tiene a su disposición la citada partitura y así podremos escucharla.



José Luis Jiménez

jueves, 14 de noviembre de 2013

EL DEDO DE RODRIGO


Nuestro delegado


         Tras las elecciones municipales solemos quedar expectantes por saber quién nos tocará o, mejor, qué desconocido saldrá del primer cónclave de la Casa Grande, de la lotería de los distritos, descartada ya por el proceder de los tres partidos, antes mayoritarios, la posibilidad de que el que venga no se haya ido de aquí, forma de decir que sea trianero de cuna o de corazón, que tanto monta. Por ahí nos dimos cuenta de lo que era la nueva política; fue el primer signo para desconfiar de los partidos, de su buena fe, de su preocupación sincera por el interés del pueblo. Todo fue salir de las primeras elecciones y nos dejan un delegado que no tenía ni idea del barrio, menos mal que con él llegó un singular encargado de la Cultura con ganas de hacer de Triana su segunda patria: José Luis Ortiz Nuevo. Luego fue Paco Arcas el elegido, trianero de los que aman el barrio aunque no naciera en él, pero no tardó mucho su partido en darse cuenta que se había equivocado porque estaba demasiado apegado a la gente, así que lo cambió por otro, forastero absoluto, mejor vestido y muy poeta, de esos que no se le entiende nada cuando quieren decir, con ojana, que Triana es lo más... Luego fue el PP el mandante: otro edil que llega por el puente aún más desconocido y al que al cabo de dos años relevó un compañero vecino de esta orilla y, por lo mismo, se le sobrecargó de trabajo -tres delegaciones- para que justificara la falta de atención al barrio. Todo, como se ve, muy bien ajustado a las reglas de la lógica política. Y llegó la primera dama, de fuera, claro. Y ni por su condición femenina se alejó de la ruta ya señalada por sus antecesores. Y así continuó la triste historia de la Tenencia de Alcaldía del barrio más famoso de Andalucía.

         Ha transcurrido más de la mitad del mandato de este Ayuntamiento del que nos llegó un delegado al que tampoco nadie conocía y que ni siquiera es sevillano, aunque pronto supimos que su mano derecha sería un Alés lo que nos permitió un respiro sabiendo que los delegados suelen llegar con otros cargos y no se les ve mucho por San Jacinto. Lo primero que nos llamó la atención del nuevo representante es su deseo de que se le conozca por Curro Pérez, acortando con el gesto las distancias. Partiendo de su inocencia, pues no tiene la culpa del nombramiento, comenzamos a verlo en los actos y algunas veces lo tuvimos muy cerca para darnos cuenta de su seriedad, de su buena disposición, del dominio del oficio y hasta de su caballerosidad y sentido de la responsabilidad. Hasta ahora su trato ha sido exquisito las tantas veces que lo vimos, siempre junto a Manolo Alés, su activa mano derecha.

         Curro Pérez, para nosotros, merece todos los respetos si bien estamos echando de menos esa rotundidad, la preocupación profunda por los graves problemas de Triana, los que han esquivados todos los partido; digo sólo tres dilemas tantas veces repetidos en este blog: el solar del cuartel de los civiles, la edificación de un espacio, un escenario, donde se puedan organizar actos culturales y artísticos, como existe en cualquier lugar de esta ciudad, y la de enfrentarse a quien sea por hacer de esta orilla destino turístico de primer orden, parcela fundamental donde hay mucho por hacer. Hace unos días ha hablado con su proverbial claridad de hasta dónde puede llegar y lo que ni puede intentar, y entre esto están los tres puntos negros señalados. Así que un hombre al que consideramos con capacidad para defender los intereses de Triana está limitado. ¿Y a quién  nos quejamos, entonces? ¿Al alcalde? Está demasiado ocupado como para saber dónde quedan las ruinas de una calle que, aunque casi fantasmal, desluce en el mismo corazón del barrio, y que aunque nos consta sabe de la importancia histórica de Triana en Sevilla -seguimos hablando del delegado-, nada puede hacer para que esa aspiración de los trianeros de disfrutar de algo parecido a un auditorio se cumpla en esta legislatura, y en cuanto a lo relacionado con el turismo tiene la excusa de que hay otras delegaciones y hasta otro partido implicado, así que el Plan Turístico de Triana no puede pasar de ser un plan, otro más.

         Curro Pérez está allá donde el barrio de su responsabilidad se mueve, aparece, sea el día que sea, en todos los actos como si tuviera el don de la ubicuidad, y lo que más nos gusta es que suele permanecer entre el público sin hacerse notar, sin ningún afán de protagonismo, sin echar a nadie de las mesas para ponerse él. Ya digo, un hombre válido, con gestos que lo denota, pero está condenado a hundirse con su barco en esos mares muertos por donde no puede navegar. Y hasta vemos que le cuesta nadar por algunos pequeños cauces como son los que conducen a los corrales de la Encarnación y del Cura (y más puertas cerradas), aunque esto afecte también a otras instituciones, pero ahí es donde queremos ver a nuestros delegados...

         Queda menos de la mitad de un tiempo que, a pesar de la manoseada crisis -ausente entre coches y veladores- habíamos tenido como ilusionante. Nuestro delegado seguirá desarrollando dignamente su trabajo, bien secundado por Manolo Alés, pero habrán pasado otros cuatro años y otro alcalde sevillano sin que Triana alcance sus sueños en bien de la ciudad a la que siempre mira y ama.

Ángel Vela Nieto 


martes, 12 de noviembre de 2013

EL CHUZO DE MARCHENA


"TRIANA PURA Y PURA"


“Triana Pura y Pura”, este es el título del nuevo documental del genial productor Ricardo Pachón  que se estrenará en Sevilla el próximo viernes 15 de noviembre a las 21 horas, dentro de la programación del  Festival Sevilla  Cine Europeo cuya gala inaugural tuvo lugar el pasado 8 de noviembre. Un total de 182 películas que se proyectaran -algunas  aptas sólo para invitados-  en las diversas salas acondicionadas para el evento.  El festival, organizado por el ICAS, es la décima edición  y cuenta con un presupuesto declarado de cerca de un millón de euros.

El documental en cuestión  trata de la expulsión de la mayoría de trianeros, gitanos y gachós, que vivían en casas de vecinos del arrabal y que constituyó una gran operación de especulación durante los años 60 y principios de los 70.  En 1983 un grupo de flamencos de aquella Triana de corrales decide organizar un gran encuentro en el Lope de Vega que servirá de hilo conductor a este  interesante trabajo que cuenta con las declaraciones de Matilde Coral, Manuel Molina, Raimundo Amador y el propio Ricardo Pachón.

Sin embargo la gran altura del documental, galardonado ya con varios premios, contrasta con la poca altura que ha demostrado nuestro ayuntamiento al convertir la proyección en un acto político donde parece que se juntarán los máximos dirigentes del Ayuntamiento con los de la Junta de Andalucía, presidenta trianera incluida. Aquellos que quieran asistir al Lope de Vega tendrán que ir buscando a algún amiguete con cargo político para que le regale alguna localidad. También es posible que horas antes del evento pongan en taquilla algunas entradas a disposición del público en general, en este caso sólo es cuestión de suerte y que le toque una entrada. En el acto de inauguración pusieron a la venta sólo 40 entradas.

Lo que podía haber sido una verdadera fiesta de los trianeros lo han convertido en un vulgar acto político donde los partidos que nos mal gobiernan en la actualidad tendrán la oportunidad de compartir butacas y ejercer de “gitanos de temporá” – que le pregunten a Raimundo Amador-  porque “cuando pasen los días señalaitos” ya sabemos que volverán a sus ERES y a sus  SOBRES.

Al menos, en ese “día señalaito”,  tendrán la oportunidad de llegar a un acuerdo y podrán decidir  de una vez por todas cuando  se abrirá el Museo de la Cerámica. Nosotros, los trianeros de a pie, ya veremos el documental en “CanalSursana”, la nuestra.


José Luis Jiménez

sábado, 9 de noviembre de 2013

EL DEDO DE RODRIGO


Una de cal y otra...


         En twitter, una red (social) más por lo que te puede atrapar que por lo que se expande, dejamos algunos mensajes sobre la primera mesa redonda de las programadas dedicadas al dúo de oro de la historia del toreo, Joselito y Belmonte, Sevilla y Triana, lo clásico y lo revolucionario, el torero predestinado y el que forjó el Altozano... entre ambos el eslabón donde acababa un siglo y comenzaba otro en el planeta de los toros; con Joselito, la culminación y perfección del toreo decimonónico; con Juan, la innovación, lo subversivo, que hizo progresar la Fiesta Nacional. Todo muy interesante como para que la reunión fuera sustanciosa porque, además, José María Susoni y Emilio Muñoz, dos diestros de épocas distintas, tenían mucho que regalar al auditorio. El periodista de ABC, Fernando Carrasco, moderó sabiamente y servidor puso sobre la mesa el paisaje, el escenario donde el que sería motejado como El Pasmo de Triana, desarrolló su personalidad reflejo del suelo que pisaba. Al final, todos salimos toreando como recordamos lo hacía el último de nuestro Belmonte, Emilio Muñoz, ejemplo de un espíritu inmortal. Una de esas noches que demuestra que Triana es distinta.

         Era la de cal. La de arena también merece un comentario mucho más allá de los ciento cuarenta caracteres del recuadrito de twitter. Se trata del reloj del Altozano, de ese elemento tan necesario como olvidado o, lo que es peor, despreciado por quienes tienen la responsabilidad de cuidar de este barrio como merece, aunque sólo sea por lo que renta en las cuentas del bien milagroso que se llama turismo, industria que  gracias a la Providencia funciona para dar de comer a media Sevilla. Hace muy poco José Luis Jiménez ponía su rotundo -y bien documentado- acento sobre la historia del Altozano de la época de la Torre del Reloj y, claro, nos hablaba del otro reloj, el que recoge el testigo del tiempo de aquel primer bien público en el corazón del barrio, un corazón que ya palpitaba. Sus disquisiciones, su rigoroso examen, tuvo reflejo en la red mencionada y, al final, nos congratulábamos de la pronta reparación del medidor del tiempo del edificio de El Faro, clásico marcador de estación, la de la compañía de vapores “Sevilla-Sanlúcar-Mar”, pobre maquinaria condenada a estar más tiempo en siesta indeseada e ilógica que en orientar y saludar al que entra o sale del barrio.

         Desde 1924 luce o deluce ahí, frente a las santas Justa y Rufina y al sereno Marchena de la Capilla del Carmen, y hemos de recordar que, tras un largo periodo de abandono, el equipo de Paco Arcas lo recuperó. Al cabo de poco tiempo, de nuevo se le paró el corazón a la plaza: al parecer molestaba a los clientes del bar situados en una nueva terraza habilitada justo al lado, también a algún vecino de los que llegaron de lejos... hasta más lejos de donde vinieron los que ocuparon después el sillón de la Tenencia de la calle San Jacinto. Y como la maquinaria se halla en un cuarto que se utiliza como almacén, pues no resultaba nada complicado anular su compás, sabiendo, además, que nadie del Ayuntamiento, propietario del reloj, se presentaría con cara de pocos amigos; nadie llegaría preocupándose por su estado ni mucho menos con intenciones de echarlo a andar... Pasaron los años y un día visitamos a la delegada Isabel Guerra  Librero, la cual nos demostró que ni lo había mirado. Pero lo importante es que llegó, no sólo a conocerlo bien, sino a la foto complaciente y casi abrazada por las también sonrientes esferas... Y, tras un tiempo prudente, ¡zas!, de nuevo al descanso. Las tres legislaturas siguientes fueron las del mandato del partido de un delegado que en muchos años tampoco lo miró ni por casualidad; la verdad es que no llegó a enterarse de donde estaba; uno de esos ejemplos perfectos elegidos en la Plaza Nueva por su absoluta desvinculación con Triana, y aquí ponemos a la misma altura a los tres partidos mayoritarios. O sea, problema sin solución posible.

         Pero hemos dicho que estábamos gozosos porque teníamos noticias de que el Ayuntamiento estaba dispuesto a su recuperación y hasta había presupuesto para ello. ¿Y saben cuál es la última noticia al respecto? Lo que también hemos sufrido en esta orilla: la clásica zancadilla partidista: la Autoridad Portuaria, propietaria del edificio y dependiente del Partido Socialista, ha paralizado la operación. Preguntar por qué nos resulta ocioso... Porqué va a ser... Y así hasta que la flamante presidenta de la Junta entre en su barrio por donde debe y le dé por mirar para arriba y oiga su suplicante silencio. Todo un prodigio.

         Una de cal y otra de arena, pero ésta nos condena a que los visitantes que llegan por el puente continúen pensando que un lugar que mantiene un reloj público inútil en sitio tan a la vista es porque todo él anda como el reloj...


Ángel Vela Nieto      

miércoles, 6 de noviembre de 2013

EL CHUZO DE MARCHENA


OCNOS Y EL PREGÓN DE LA VERDULERA


Es increíble para lo que va quedando la Junta Municipal del Distrito de Triana. En las dos últimas semanas no se han podido escuchar y leer más disparates.

 El grupo municipal de I.U. va a presentar  nada menos que una batería de propuestas  para contrarrestar los efectos de las crisis, entre ellas habla de “medidas encaminadas a garantizar el cumplimiento de una serie derechos humanos básicos y esenciales como son los relativos a la alimentación, el acceso al agua o a la vivienda”. Continúa el Sr. Torrijos reclamando una Red Municipal de Cocinas Sociales y Solidarias en los barrios más necesitados, entre algunas ideas más.

Y digo yo,  puestos a proponer medidas ¿no sería mucho más eficaz para contrarrestar los efectos de la crisis que desaparecieran las subvenciones a los partidos políticos, sindicatos y asociaciones patronales,  invertir más en el poder judicial para que terminen de entrar en prisión todos los  chorizos con responsabilidad política que nos han estado robando en los últimos años o eliminar órganos administrativos y políticos innecesarios como por ejemplo los once distritos municipales entre los que se encuentra el de Triana?

Pero para premio al disparate las declaraciones que el Delegado del Barrio realizó hace unos días para remarcar su gestión al frente del Distrito  en las que subraya la inversión de 15.000 euros  en reparaciones de alcorques, baches, aceras y otros trabajos de mantenimiento. Quince mil euros, han leído bien. Y para terminar, como colofón al manido discurso político, nos da las siguientes cifras: se han realizado 7507 podas, 105 plantaciones,  se ha actuado en 4686 alcorques y se han recogido 190832 kg de naranjas de los 2522 naranjos existentes en el Barrio. Redondea el manifiesto añadiendo que es el tercer distrito con más podas realizadas en toda Sevilla. No me digan que no es para sacar en hombros al delegado y ponerlo en la Plaza Nueva para que no regrese más a Triana.

Me pregunto a quién se le ocurrirá realizar estas estadísticas que con total seguridad nos costarán innumerables horas de trabajo de algún funcionario con cargo al presupuesto municipal. Las cifras de las naranjas me han parecido un cuento porque si dividimos los kg totales entre todos los naranjos trianeros resulta una producción de casi 76 kg por árbol, cifra increíble y disparatada que no encaja ni en el  “pregón de la verdulera”.

En el mundo Flamenco se conoce el “pregón de la verdulera” o “de la frutera” a una cantiña, normalmente un mirabrás, popularizada por Antonio Chacón, con la siguiente letra:

“Salga usté a su puerta, hermosa,
y dígame usté salero;
castañas de Galaroza,
vendo camuesas y peros.
Ay, Marina,
vendo naranjas,
y son de la China,
batatitas borondas,
suspiritos de canela,
melacotones de Ronda,
castañas, cómo bajean”

Ayer, día de homenaje  a Luis Cernuda, me acordé de “Ocnos” como símbolo al trabajo inútil y del “Pregón de la Verdulera” al escuchar el resumen naranjero que nos ha regalado el delegado.

¿Terminará algún político de una vez por todas con estos despropósitos? ¿Cuándo dejarán de fabricar trenzas de juncos verdes para que se las coma la burra? ¿Se les acabará alguna vez el humo que venden?

Y mientras tanto Triana ya no es la cuna del Flamenco, ni aquel barrio histórico que engendró más artistas que ninguno , no, Triana es el barrio con los naranjos  más fértiles del mundo y el tercero de Sevilla en el número de podas;  todo un record.

José Luis Jiménez




domingo, 3 de noviembre de 2013

EL DEDO DE RODRIGO

 

CURRO PUYA (y 2)


                          Respecto al mítico Curro Puya subsiste una curiosidad que afecta a un nombre único: Federico García Lorca. En su célebre conferencia del 19 de febrero de 1922 (previo al famoso concurso), titulada “El cante jondo”, entre el racimo de coplas con las que ilustra su discurso, incluye esta versión muy personal de la clásica letra; la escribió y la dijo así: “Yo me llamo Curro Pulla (sic)/ por la tierra y por el mar,/ y en la puerta de la tasca/ la piedra fundamental”. Y se inventa un personaje que nada tiene que ver con el real: “Es el mejor elogio del vino que se oye en los cantares; este Curro Pulla coloca sobre su frente la corona de rosas del instante, y mirando en el vaso lleno de néctar, ve correrse una estrella en el fondo. Y como el grandioso lírico de Nishapur siente la vida como un tablero de ajedrez”. Imaginamos que Federico sólo usó la fantasía de su vena poética.

                   Así que tenemos un Pulla con elle y un verso tercero totalmente nuevo y, curiosamente, menos lírico; no suena igual “y en llegando a la taberna” que “en la puerta de la tasca”. Pero lo triste, aparte del desconocimiento que el poeta tiene del personaje y sus verdaderas circunstancias, es que el inconmensurable García Lorca en su elogio a la seguiriya no mencione ningún nombre trianero entre los varios que cita como principales, algunos absolutamente desconocidos. Tan gitanista, un lugar como Triana parece que no existía en el conocimiento flamenco del joven poeta, como lo demuestra su curiosa referencia a un personaje tan relevante como Curro Puya, sino fuera así hubiera aparecido en el texto de su histórica conferencia. Pasado el tiempo, conoció y elogió a Antonio Triana, amigo y compañero de su íntima La Argentinita para la que, precisamente, realizó el gran artífice de la danza, la coreografía del montaje de “El Piropo”.

                   Rematemos con la letra que cantaba Antonio Mairena hurgando en las hondas raíces de las fraguas trianeras: “Curro Puya estaba durmiendo/ y a la hora grande que se despertó/ ni soldaditos ni cabos/ en la fundición quedó”. La coda viene del censo vecinal de 1870, donde aparece un Francisco Vega Bermúdez, herrero de 42 años de edad, casado con Santos Bermúdez Lérida y vecino de la casa número 25 de Evangelista (la vieja calle San Juan). Otro posible Curro Puya de los varios que Torcuato Pérez de Guzmán cita en su libro “Los gitanos herreros de Sevilla”.


Ángel Vela Nieto (de “Triana, la otra orilla del flamenco”).
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