viernes, 30 de marzo de 2012

DIÁLOGOS CON TRIANA: LAS IMÁGENES


Hay en Triana una Estrella que la llaman amargura. Porque llora sin remedio en blancas noches de Luna. Cuatro alondras han venido, para traerle amapolas. Cuatro ciriales la guardan, por que no camine sola.

- Dime Estrella por qué lloras y nunca encuentras consuelo. Si eres tú del firmamento, la reina de los luceros.

- Porque llevo aquí en el pecho, puñales de hiel y sal. Hoy comienza mi amargura, y no se habrá de acabar. Hoy es Domingo de Ramos, y mi pasión va empezar. Las cornetas ya lo anuncian, desde el Puente a San Jacinto, y hay tanta gente en Triana, que parece un laberinto. Ya a mi puerta van llegando, los que me habrán de llevar, meciendo mi desconsuelo, de aquí hasta la Catedral.

San Gonzalo llena el Lunes, con su manera de andar, y ya alumbran los faroles, el Viernes, la Madrugá. Hasta el Lucero del Alba, ha salido a contemplar, y tanto se ha emocionado, que al pronto se ha puesto a hablar.

- Del firmamento he venido, porque he visto que lloraba, cuando atravesaba el Puente, la Esperanza de Triana. La mecían costaleros, la gente tocaba palmas. Sonaba música dulce. Y nada la consolaba. Doliente así, en su amargura, se marchaba con su pena. Ya de mañana volvía, con la carita morena. Morena porque llevaba, dos lirios en las ojeras. Morena del sol de Abril, y del humo de las velas. Pero con luz en los ojos, venía la marinera.  Repicaron las campanas, cuando llegó al Altozano. Yo la he visto regresar, por la mañana temprano. Y creedme que no miento, porque yo a su lado estaba. Que la Virgen, sonreía, cuando llegaba a Triana.

Caen tres gotas de rocío, lágrimas que llora el alba. El sol se va levantando, el cielo es carmín y malva. Lucen de oro azoteas, y de bronce las campanas. Sopla la brisa en el Río, alegrando la mañana. Un arcángel ha llegado, para ver el día nacer. Toca su etérea guitarra para alegrar al Manué.

Es Viernes Santo en Triana, rumores van avisando, que por la calle Castilla, viene el Cachorro expirando.

- ¿Dónde diriges tus ojos? ¿Al infinito quizá?

- A la bóveda celeste, donde podré descansar. Donde mi cuerpo agotado, quiero intentar elevar. Si no fuera por los clavos, que me tienen sin piedad, a la dura cruz clavado, podría echar a volar.

- El aliento sostenido, los músculos en tensión, te alzas en el madero con la fuerza de un león. Suenan cornetas de almíbar, cuando por el callejón, hacia tu templo te llevan, para acabar tu pasión.

- ¡Costaleros de Triana!, avanzad con valentía, porque es verdad que este año, no puedo con mi agonía.

El Cachorro se recoge, como un ciclón que ha pasado. Cuando se aclara la bulla, va un Nazareno cansado. Va en una alfombra de lirios, sobre un canasto dorado.

- Jorobaíto te llaman, trianero sin igual, nazareno más humilde, no lo ha habido ni lo habrá. A la espalda dolorida, te han colocado el madero. Por que no pesara tanto, te lo hizo un marinero, con tortugas de carey, y de los mares los vientos. Por que cuando te rozara, no te lastimase el cuerpo. Por que alumbrara la noche, reflejando los luceros. Por que aliviara tu carga, y puedas llegar al cielo.

Otro año más lo esperas, calle de los alfareros, donde la gente quisiera, darle fuerzas con su aliento. Para que no esté tan sólo, cargando con tanto peso. Y aunque al final nunca pasa, tú le rezas en silencio.

- Mirando doliente el suelo, resignado me ves tú. Corvada está mi osamenta, y me duele hasta la luz. Con paso lento y callado, voy entre la multitud. Que me consuela y me canta rezos del pueblo andaluz. No aparento ir cansado, porque avanzo con virtud. Pero al llegar a Triana, ya no puedo con la cruz.


Alberto Fernández de Cachero


VEO VEO: SECRETOS DE TRIANA


Hace algunos días el ayuntamiento de nuestra ciudad presentó un nuevo proyecto turístico “Secretos de Sevilla”, que se basa en una página web, en la que quien así lo desee, forastero o nativo, puede presentar una candidatura, bien a un rincón o curiosidad, bien a un monumento, uno de eso lugares que no aparecen en las guías convencionales, pero qué merece la pena conocer, ya hay más de ochenta, alguna de TRiana. También se puede realizar comentarios de las candidaturas ya presentadas. El 15 de Abril se publicarán las treinta candidaturas finalistas seleccionadas por un jurado de especialistas (miedo me da este nombre, lo que cobrarán por este trabajo), para más tarde por votación elegir los “diez lugares más bellos y valiosos de la ciudad”.

Esta claro que el turismo en una fuente de ingresos muy importante, por eso, esta nueva iniciativa, como aquella otra que se realizó en navidades para potenciar el turismo en esas fechas de turrones y panderetas, son dignas de aplauso. Sin embargo, me da cierto repeluco tener que vivir del turismo porque me da la sensación de estar vendiendo la ciudad, pienso que se crea cierta servidumbre entre el nativo y ese forastero que llega con derecho a todo, porque paga, claro. Con el turismo entra mucho dinero en la ciudad, pero hay que buscar otras alternativas, que no todo sea recibir billetes de aquellos que nos visitan, también es necesario potenciar otros sectores productivos, mientras más variada sea la forma de ganarnos el pan, con más facilidad se podrá salir de las crisis que están por venir.



Vivir del turismo también supone perder ciertos espacios y ciertas costumbres, pasear por algunos lugares es imposible porque los veladores ocupan todo el espacio de la calle, como ocurre en la calle que nos asoma al río.

Ahora, nuestros gobernantes municipales nos piden que descubramos los secretos de la ciudad, que no sólo seamos agradables y simpáticos, como de por sí somos la mayoría, cuando nos preguntan por una calle o un bar donde picar algo. Soy de los que disfrutan enseñando nuestro barrio porque cuando lo estoy mostrando lo miro con otros ojos, además el hecho de contar nuestra historia más cercana me hace tener más conciencia de donde vivo, y se me clavan las raíces hasta donde no hay carne. 

Con lo que nos gusta mirarnos el ombligo, esta nueva web de los secretos sevillanos es la mejor excusa para, al más puro estilo de un pasodoble gaditano, describir las maravillas de nuestro barrio y recrearnos en esos rincones hermosos, alabar lo bonito que es todo, sentirnos orgullosos, muy orgullosos, con esos forasteros que vienen a descubrir nuestro tesoro, como si hiciera falta que otros nos demuestren lo que valen nuestras calles.
Más que endulzarme en saborear esos encantos trianeros, como por ahora tengo suficiente con las torrijas y los pestiños, pienso que para nuestro delegado es más rentable escuchar quçe cosas se pueden mejorar o arreglar, que nos falta para elevar nuestra calidad de vida. Y no se trata siempre de pedir a los gobernantes, quiénes si no los vecinos somos los máximos responsables de cuidar nuestras calles y carreteras, pero para otras cuestiones sí que se necesita el impulso, no sólo económico, y las ganas de cambiar el barrio de nuestros dirigentes.     



Se me ocurren algunos secretillos de Triana, pero para decirlos así, por lo bajini, que quiero compartir con vosotros: ¿cuándo se podrá contar con ese espacio escénico que están impulsando Viento Sur Teatro y Matilde Coral en el Campo del Huevo?, ¿tendremos calles limpias (de latas, de papeles, de cacas perrunas y demás residuos)?, ¿aprenderemos alguna vez a no aparcar en doble fila para tomarnos una cerveza en calles como la Ronda de Triana o López de Gómara?, ¿es difícil poner en práctica un plan para proteger nuestro casco antiguo de arquitectos, la mayoría de más p’allá de Despeñaperros, que no sean respetuosos con el medio ambiente que les rodea?, ¿tan loco sería obligar a que las nuevas construcciones, como seña de identidad, cuenten con cerámica trianera en alguna parte de la fachada? ¿una peña flamenca, estudios que pongan en valor nuestros cantes, proyectos para realizar recopilaciones y nuevas grabaciones, alguna manera de que el flamenco se pueda ver y vivir, de aprenderlo?, ¿una solución para esos espacios baldíos que hay entre Castilla y Alfarería, para el solar del antiguo cuartel?, ¿saber gestionar el museo de la cerámica, de manera que quienes lo visiten puedan llevarse algún objeto de los talleres cercanos (si es que no son antes atropellados por Antillanos Campos)? Perdonadme si me estoy excediendo, es que una vez abierto el zurrón de lo sueños… Seguro que cada uno de vosotros tiene un buen puñado de buenas ideas para Triana.

Rafael Martín Holgado.

jueves, 29 de marzo de 2012

EL DEDO DE RODRIGO: TRIANA C.F.



   La otra mañana me crucé por la calle San Jacinto, la de los coches, con Luis Fontanilla, presidente del más importante equipo de fútbol del barrio; iba con uno de sus esforzados ayudantes y al preguntarle por los carnets de esta temporada hizo un gesto que me hizo preguntarle: ¿Qué pasa, Luis, no van bien las cosas? Nada bien, no había más que verlo. Tanta lucha durante tantos años -hasta una manifestación- para que unos pocos de cientos de niños y menos niños tengan en la mente, en su tiempo y en su cuerpo la idea del deporte en un club serio y más antiguo que algunos de Primera División.

   Fueron vencidas increíbles dificultades que tuvieron su principio cuando a los curas salesianos le dieron por vender el campo de fútbol, el único en Triana, a una empresa que lo convirtió en aparcamiento privado. Años después se prepararon unos terrenos de juego terrizos, rompe rodillas, más allá de la carretera del terraplén. Al que podía llamarse “principal”, un concejal vecino del barrio le hizo construir unas “gradas” en uno de los laterales, gradas de ¡tres escalones! Y ya podía conformarse el club de fútbol más antiguo de la ciudad tras los consabidos Sevilla y Betis.

   El equipo trianero siempre gozó de buen cartel entre los esforzados del fútbol aficionado, y si decaía resurgía con nombre distinto y fuerzas renovadas. En los años veinte estrenaba terreno de juego en la Cava de los civiles, el “Campo de la Huerta”, construido junto a un cine de verano en el solar que ocupa hoy el colegio de las monjas. El partido inaugural fue contra el Coruña que entonces jugaba en Segunda División. Vivió una época de esplendor llamándose La Balompédica Trianera con sede en la Peña Trianera y con un Presidente de Honor llamado Juan Belmonte. Pero Triana tuvo muchos equipos que en la local dieron bastante guerra, mas por encima de ellos estaba siempre el Triana. Y resulta inolvidable aquel Triana que tantos y buenos jugadores dio al Betis.

   Los campos del Charco de la Pava, en peligro mientras sigan pensando en cambiar los terrenos de la Feria, no han podido sentir el calor de la afición porque esa carretera (muro insalvable) hasta hace muy poco ha sido grave inconveniente. Y menos mal que por fortuna in extremis cuenta con un campo de césped. Así que ya no hay que jugarse la vida en la mareante carretera ni los futbolistas las rodillas, pero... el estrecho cauce de las ayudas, imprescindibles para mantener un club con equipos en distintas categorías oficiales, se ha cortado trágicamente. Cuando Luis ha ido poniendo la mano, que es la de todos los padres de Triana (incluyo Los Remedios, claro) el Ayuntamiento le pone por delante al loro que repite -y repetirá durante mucho tiempo- “¡No hay dinero, no hay dinero...!”. Al llegar a San Jacinto, nuestra Tenencia lo remite al loro, y la Caja de Ahorros, que era otro pilar fundamental, contesta a la solicitud repetida cada temporada que todo el dinero se lo va a llevar la dichosa, horrible y mastodóntica torre que, desvergonzada, riéndose de todos, crece cada día. El señor Pulido, faraón de Cajasol, construye una pirámide para que su recuerdo permanezca en ella eternamente... y tanto.

   Así está el Triana C.F., club que no tardará en cumplir el siglo de existencia, aunque mucho nos tememos que celebrará el centenario retirado o, más bien asesinado. ¿Dinero para quitar de los peligros de la calle a los muchachos? ¡Hombre, en eso estaba pensando el loro...!

Ángel Vela Nieto

lunes, 26 de marzo de 2012

GRUPOS DE RIESGO

Quién no diría hoy la frase “grupos de riesgo” para tildar a ciudadanos (siendo benevolentes con algunos ) que pululan por la ciudad y por nuestra Triana a plena luz del día o más cuando el sol se va por el Aljarafe huelvano, que por cierto cada vez se esconde más tarde. Entre estos grupos podemos citar a rumanos con sus carros de grandes superficies, rebuscando en cubos de basura,  con sus broncas entre ellos y dejándolo todo tirado alrededor, indigentes y no tan indigentes (por nuevas circunstancias) que entre peleas y voces (los primeros) atemorizan a los transeúntes de Pagés del Corro y sobre todo a esas abnegadas monjas que tienen que soportarlos porque su voto así se lo ordenan.  Y esos canis  (yo les llamaría canes) salvajes, que salen de fin de semana a pegar palizas al primer menor que se les cruce o no por sus ojos, llenas sus pupilas de alcohol, drogas  e incultura, que es lo que rebosa por sus cejijuntos semblantes.

Pues también había por Triana allá por los primeros años del siglo XVI grupos de riesgo, y estaban por aquí, y por el Arenal,  porque los echaban extramuros, para que una vez que se cerraban las puertas de la ciudad no produjesen peleas y desmanes y no escandalizaran a la población de Sevilla. Estos grupos de riesgo  deambulaban por los arrabales de Sevilla y en Triana, bastante numeroso era el de los negros, tanto libres como esclavos.
Por el entonces final de la calle Castilla, a la altura de Procurador, estos negros fundaron un hospital y ermita.  La calle se denominaba entonces Portugalete, ya que estos negros provenían sobre todo del vecino país.  Este hospital  lo pusieron bajo la advocación del –Rosario y fundaron Hermandad aprobándose sus reglas en 1584 haciendo estación de Penitencia el Jueves Santo (al igual que la hermandad sevillana del mismo nombre) a cuatro iglesias trianeras. Estas dos hermandades eran étnicamente cerradas, siendo ésta anterior en el tiempo a la sevillana. Esta circunstancia viene probada porque tuvieron pleito con los padres dominicos del convento de San Pablo por la utilización de la advocación de Rosario, siendo ésta al parecer exclusiva de poder ser utilizada por hermandades sitas en las Casas Grandes de la citada orden.  El motivo del pleito no sólo era por cuestiones nominales o espirituales sino,  y han pasado más de cuatro siglos porque “tanto los cofrades de Montesión como los que se juntan de Triana se han entrometido en nuestro nombre y Advocación y andan por las calles quitando las limosnas que pertenecen a nuestras partes….¿?”
Como resultado, los negros trianeros modificaron el nombre de su Titular, denominándose entonces Cofradía del Rosario de Nuestra Señora de las Cuevas, sin duda por la cercana Cartuja y con el pertinente permiso de la silenciosa orden.

Décadas más tarde, y ya habiendo perdido el sentido étnico la corporación, allá por el año 1673, se instalan en Triana los dominicos, construyendo lo que hoy es la tan grandiosa y a la vez parece tan poco frecuentada Parroquia de San Jacinto, instando de nuevo a la cofradía de los negros, aunque ya no era tan cerrada, a trasladarse a este nuevo edificio por tratarse de una cofradía del Rosario, a lo que estos respondieron poniendo más tierra por medio, yéndose más lejos aún, al final de la calle Castilla y para que los dejaran de una vez en paz cambiaron de nombre su ermita titulándola del Patrocinio, dando lugar a los gérmenes de lo que cada tarde de Viernes Santo se pasea por la Calle Castilla y por toda Sevilla.  Una imagen que, mira por donde, escenifica a alguien que en su día pudo pertenecer también a un grupo de riesgo.  Quién lo iba a decir.
El Callao de Triana.

sábado, 24 de marzo de 2012

VEO VEO: ES TIEMPO DE...


Es el primer viernes de primavera y son casi las dos menos veinte, andando por San Jacinto me acuerdo de aquella manifestación del 19 de octubre del 2009, cuando miles de trianeros salieron a la calle para mostrar su enfado porque se estaba destruyendo TRiana: la principal arteria del arrabal se cortaba al tráfico, porque aquello no era una peatonalización, y se creaban así graves problemas circulatorios para salir del barrio, además se disminuían las plazas de aparcamiento con los carriles bici y a los paseantes no les quedaba otra que pegarse a la pared y rezar…
Ha pasado el tiempo y ha cambiado el gobierno municipal, curiosamente todas aquellas quejas parece que han desaparecido, ni la plataforma que se creó ha vuelto a reivindicar todo aquello, ni los nuevos responsables políticos se han manifestado en contra de las obras realizadas. Quizás como estamos en tiempos de crisis, los pequeños problemas quedan minimizados bajo la triste sombra del paro o a lo mejor es que ya nos hemos acostumbrado y, a fin de cuentas, tampoco ha quedado tan mal ese tramo de San Jacinto, aunque también es posible que algunos problemas, puf, desaparezcan mágicamente sin que nos demos cuenta. Aquel ingenuo río de neón, que tan torpemente quisieron resguardar bajo vidrios, se ha transformado hoy en día en un río de cerveza que va pasando de unos veladores a otros, entre gritos y risas, ambiente de fiesta porque se siente la llegada de la semanasanta.  Efectivamente, no se ha peatonalizado este tramo de San Jacinto, se ha convertido en una feria permanente, en un inmenso bar.

Una reunión de amigos, de compañeros, una parte de la familia, en cada mesa, en cada corro se bebe y se come con alegría, es un disfrute, sano, pero tengo la sensación que  últimamente nos agarramos demasiado al alcohol para pasarlo bien, una, dos, tres copas, está bien, pero ¿por cualquier motivo, sin importar el día, a la hora que sea? Pero quién se atreve a decir que nos estamos pasando, lo tacharían de aburrido, de poco trianero, de no comprender que aquí se vive en la calle, como manda la tradición, porque aquí lo que nos gusta es la bulla y el cachondeo.

Esta misma tarde veo a muchos jóvenes cargados con bolsas donde guardan varias botellas y vasos de plástico en las manos, no deben dirigirse al mismo sitio porque no todos caminan en el mismo sentido, los hay que van más cargadito de la cuenta, otros ya han encontrado un rincón, les da lo mismo el lugar, donde sentarse y consumir. Muchos nos quejamos de esta juventud que nada más que piensa en beber, que toma la calle y la deja sucia y meada, pero después de todo, tienen tan buena escuela en nosotros mismos, le damos tan fácil ejemplo.



Son las dos casi menos veinte, todavía, al menos en ese reloj del altozano, cómo me comentó una amiga, hasta un reloj parado es capaz de dar dos veces al día la buena hora, que no podremos aprender, entonces, de cualquier persona.  

Rafael Martín Holgado.

miércoles, 21 de marzo de 2012

PRESENTACIÓN DEL LIBRO DE BELÉN NÚÑEZ


La poeta trianera Belén Núñez nos invita a la presentación de su libro "Letras habladas". El acto tendrá lugar a las 20:00 h del Jueves 22 de Marzo de 2012,  en la Fundación Caballero Bonald, calle Caballeros, número 17, de Jerez de la Frontera.

Le deseamos a nuestra amiga Belén una exitosa presentación de este magnífico poemario.

Página Web de la Fundación Caballero Bonald
Página web de Belén Nuñez

José Luis Jiménez

lunes, 19 de marzo de 2012

EL TRASLADO DE CARRIEDO

Fachada remodelada de nuevo bar en Calle San Jacinto.

   Tras la peatonalización de la calle San Jacinto es frecuente la apertura de nuevos bares en dicha calle. El último de ellos inauguró la  semana pasada en el local que hace esquina con la calle Alfarería; anteriormente una clínica dental en cuya fachada, por iniciativa de la Asociación Cultural y Artística Trianera, se colocó un mural cerámico para recordar a Manuel Carriedo.

   El nuevo establecimiento, propiedad de un conocido grupo hostelero sevillano, ha remodelado totalmente la fachada eliminando el antiguo revestimiento de mármol y abriendo nuevos huecos de escaparates, uno de ellos en el lugar donde estaba instalado el referido mural al que finalmente han trasladado a un extremo. La nueva fachada resulta  mucho más comercial; con grandes ventanales, nuevos murales cerámicos y un revestimiento de pintura bastante más agradable que el antiguo mármol. El mural de Carriedo me parece ahora mucho más elegante en este nuevo entorno al que le aporta un toque artístico singular. Sin embargo, el traslado de Carriedo no se ha realizado con el esmero y cuidado que tan insigne personaje merece ya que el mural presenta una importante grieta vertical y numerosas manchas de pintura ocurridas tras las obras de reforma y consiguiente traslado.

Fisuras y manchas observadas en el mural de Carriedo.
   Esperamos y deseamos que los nuevos propietarios del local se den cuenta del daño que han causado a un elemento artístico que además representa a un ilustre personaje de nuestro Barrio para que urgentemente,  y de una manera eficaz,  arreglen o restituyan la imagen del mural cerámico.

José Luis Jiménez

sábado, 17 de marzo de 2012

EL DEDO DE RODRIGO: "TRIANERÍAS"




  Me quiero referir a la interesante noticia que Rafael Martín Holgado nos regala en este blog trayendo a nuestros oídos, por vía de su sobrino y la banda de música “Las Cigarreras”, la marcha que compusiera Amadeo Vives para la  obra teatral “Trianerías” que firmaron los dos Pedros de la escena española de las primeras décadas del pasado siglo: Muñoz Seca y Pérez Fernández, que tanto crearon al alimón en forma de sainetes para alegrar las tablas de los escenarios y la vida de la gente. Nunca había oído esta pieza semanasantera, sin embargo sé de la obra desde que un afortunado día, ya lejano, la adquirí en forma de libro; mi amigo Luis, el del “Desván”, me la tenía reservada sabiendo de mi interés por todo lo que sonara a Triana.

   La llevé a casa como un tesoro y la leí de un tirón, como si estuviera en el más cómodo lugar disfrutando de la representación... “Sainete en dos actos original...”. Y dentro: “...divididos en seis cuadros, estrenado en el Teatro de Apolo el día 23 de enero de 1919”. Los autores dedican la obra a Torcuato Luca de Tena, “hijo predilecto de Sevilla y honra y orgullo de la prensa española”. En el reparto conté nada menos que 29 actores para 59 personajes, amén de nazarenos, municipales, monaguillos, vecinos, coro general, etcétera.

   Y comienza el acto primero en su primer cuadro. Se abre el telón: “Un alfar de Triana. Al fondo amplias ventanas por donde se ve la calle; una típica calle de aquel siempre alegre barrio...”. Y en escena la Señá O, “una vieja rabiosilla y nerviosa que, sentada a la derecha con cinco trianeras, se ocupan de vidriar una tarea de lebrillos...”. La obra, desde luego, no puede ser más nuestra y está sobrada de gracia. Fue un éxito en su estreno y hasta llamó la atención de Alfonso XIII que disfrutó de ella en una función celebrada justo un mes después.

   En seguida me puse en contacto con el ya tristemente desaparecido Juan Rodríguez Recio, director del grupo “Giraldillo de Comedias”; Juan, un auténtico loco por el teatro andaluz al que consagró su vida, se entusiasmó con la obra y con la idea de que sería idónea para que fuera representada en Triana  al amparo de lo que se estaba gestando en un costado del barrio, la llamada Expo, porque entonces creíamos que los organizadores le prestarían atención a Triana sirviéndose de su universalidad como una atracción añadida (si, si..., qué ingenuos).

   Pero eran demasiado personajes y demasiados actores, además preveía Juan unos decorados complicados y costosos para las posibilidades del grupo. Entonces le dije que la volvería a leer para ver la forma de “rebajar” las dificultades sin tocar, claro está, el texto de la obra. Lo hice dándole más trabajo a los actores, reduciendo también el número de ellos, sin que se apreciara demasiado en el escenario. Le entregué una copia con la  nueva distribución de los papeles y le pareció tan bien que comenzó a pensar en los primeros ensayos. Pero a lo más que se llegó fue a representar algunos cuadros sueltos dentro de su anual programación en la plaza de San Francisco y en la propia Triana. Nunca halló el apoyo necesario y mucho menos en el tiempo de la famosa Expo; quizás era un proyecto “excesivamente modesto” para los lujosos planes del recinto de la Cartuja y, por demás, los políticos de la ciudad no estaban por “entorpecer”, con actos paralelos, la magnanimidad de los espectáculos -de sustanciosas cifras en cachés y comisiones- dispuestos por los extraños Pellones, Casinellos y cía.
   Juan, como digo, mostró sólo retazos para ver si enganchaba, pero no fue suficiente; no se encontró la ayuda, como decimos, que salvara lo que para “Giraldillo de Comedias” era un costoso proyecto. Así que lo que en otro lugar hubiera sido un acontecimiento aquí quedó en las ganas de un hombre del teatro que perdió esas ganas, en este caso, por el desinterés oficial.

   El último capítulo de esta historia es reciente. Resulta que el subdirector de nuestro distrito es descendiente de Pedro Muñoz Seca, así que en la primera ocasión le comenté, apelando a su sangre, que si ahora no se estrenaba en Triana la obra que con más gracia la retrata no se hará nunca. Y las puertas han quedado entreabiertas. Ya veremos. Y lo bueno sería que se viera y escuchara como en Madrid, hace casi un siglo, con cantes y música; esa hermosa marcha que ahora conozco gracias a Rafael y a la banda de “Las Cigarreras”.


Ángel Vela Nieto     

martes, 13 de marzo de 2012

TRIANERÍAS


Hace unos días me regaló mi sobrino el último CD de Las Cigarreras y en la dedicatoria que me escribe me aconseja que lo escuche con detenimiento y sensibilidad, después, charlando, me aclara que no es el típico disco de música de semanasanta, que al principio es duro de escuchar, pero seguro que terminará enganchándome. Al día siguiente me lo pongo de fondo, mientras estoy haciendo otras cosas y suena muy bien, me gusta. Poco a poco, a ratitos, le he prestado más atención a cada uno de los temas, dejándome llevar por la buena música a esos terrenos tan parecidos a los sueños, en los que la mente se te escapa y sientes la banda tocando, pero al mismo tiempo te has transportado y lo mismo estás detrás de un paso, que por una calle de la Roma antigua, igual tienes quince años y rozas tímidamente, casi sin querer, una mano amiga, como si tocaras el cielo, que rodeas con tus brazos a tu hijo para transmitirle con cariño los sentimientos del ritual que se vive en semanasanta; pienso en la felicidad que debe sentir un músico cuando forma parte de ese todo y me entretengo en buscar los sonidos de la flauta de mi sobrino, entonces imagino el sacrificio, las miles de horas que hay detrás de esas notas, y me vuelve a sorprender cómo la música ha sido capaz de disfrazar tanto trabajo en pura magia.

Uno de los temas se llama Trianerías y es la marcha del sainete lírico escrito por Pedro Muñoz Seca y Pedro Pérez Fernández. Me dejo caer por la red para conocer algo más obre el autor de esta composición y encuentro una extensa biografía sobre Amadeus Vives i Roig, sí, tal como nos indica su nombre es catalán, nace en 1871 en el seno de una familia de panaderos en un pequeño pueblecito cercano a Barcelona. El primer dinero como músico lo gana tras estrenar una ópera y al poco tiempo se marcha a Madrid porque piensa que el futuro está en la zarzuela y aunque, primero tiene que trabajar como camarero y carbonero para poder subsistir, al final consigue vivir de la música. Es autor de más de cincuenta zarzuelas, siendo su éxito más sonado Doña Francisquita, también termina cinco óperas, hace música instrumental, diversas canciones y composiciones para coros, algunas sardanas y varios sainetes. Además de su actividad musical, escribe varios ensayos y una obra teatral, ejerce como profesor del conservatorio y también de empresario teatral. Tras un viaje por Sudamérica regresa a Barcelona y se compromete políticamente con el partido Acción Catalana y luego, tras el triunfo de la República se acerca a las filas de un partido de la burguesía. Completito el mozo, sí señor. Muere de un ataque de asma antes del golpe de estado sin ver cumplido su mayor sueño: fundar el teatro Lírico Catalán.


Cuando escuchas Trianerías (versión 1916) es fácil imaginarse al Cachorro por las calles de nuestro barrio, tarde de viernesanto, alegría en la cara de los niños que visten de fiesta, rostro hermoso de un cristo que está muriendo, acompañado por sones casi de pasodoble, que pueden hacerte saltar las lágrimas porque te hacen recordar a tu gente, son contrastes difíciles de entender, pero que se sienten igual que palpas el ambiente cargado de incienso y azahares. Quizás Amadeus Vives no llegara nunca a cruzar el puente, pero dedicó esta marcha al Cachorro por el Altozano, incluso en el guión, la partitura del director, aparece una foto del Cachorro. Demos las gracias a José Manuel Toscano Pérez por haber recuperado y transcrito esta obra.

Rafael Martín Holgado.

sábado, 10 de marzo de 2012

DESDE EL MONTE PIROLO



  NAZARENITOS DE PAPEL
  
Como estamos en plena Cuaresma os ilustro este escrito con  varios nazarenitos de papel, uno de ellos en proceso de fabricación, que están huérfanos de hermandades, el sastre  de las túnicas las ha dejado al gusto de sus clientes que han sido, son, mi nieto y sus amigos que me lo han valorado espectacularmente. Y por si a alguien se le ocurre le diré que nunca voy a ir al mercadillo artesanal de Los Bermejales. 
Esto puede ser una pequeña muestra, una de tantas, que se inventaban en la Triana antigua para tener algo de dinero que llevarse a la faltriquera. Era la ley de la supervivencia. 



Todavía no habían terminado los de las carnes tolendas y aún quedaba lejano el Miércoles de Ceniza cuando nos sentábamos alrededor de una mesacamilla en una habitación del Corral San Joaquín, Pepe el de Rosa, Joselito el de la Antonia, el Quini, una hermana de Pepe y yo.
 Los papeles de seda de varios colores, predominantemente blancos, verdes, azules y morados, los rojos y amarillos menos, las cartulinas, el papelplata de envueltas de tabletas de chocolate -pedidos con anterioridad en tiendas donde se vendían por onzas- estaban encima del hule floreado de la mesacamilla junto con tijeras que cada uno llevaba de su casa.
El clarinazo de partida lo daba Antonio el guardia que tocaba la corneta en la banda de la Policía Armada y empezaba a ensayar algunos toques en el patio del corral. Hasta entonces no se comenzaba con el ora et labora.
Primero se cortaban a cuadros de diferentes tamaños papeles  y cartulinas. El papelplata, el papel  amarillo y el papel rojo se dejaban para las insignias, aunque del rojo se hacían nazarenos de La Lanzada y de las Siete Palabras, pocos y casi siempre por encargos igual que los nazarenos de cola, se trabajaban a destajo los nazarenos de capa, mucho más vistosos. Penitentes no había porque faltaban los puntos de apoyo para las cruces.
 Con harina y agua se hacía un engrudo muy batido. Con la cartulina el cucurucho que había que vestir por partes. Los cuadros de papel para la túnica y la capa ya estaban cortados, Pepe el de Rosa, el mayor, era el que vestía la cartulina con túnica, brazos, capa y  los capirotes que eran más complicados. La hermana era la encargada del engrudo y de rematar los nazarenitos con la botonadura, también de papel, y los cíngulos, cordoncillos comprados por metro en la mercería. Los Estandartes (bacalaos), los Sine Labe Concepta (Simpecados), los SenatusS.P.Q.R.- (Senatvs Popvlvsqve Romanvs, se prohibe quitar relojes, sardinas picantes que rabian…), las banderas, las cruces de guía y los cirios  eran mucho más laboriosos y necesitaban un punto y aparte. Una vez llegada la antesala de la Cuaresma  en cajas de cartón los repartía Pepe por tiendas y confiterías. 


El tsunami especulativo que arrasó los corrales de Triana dispersó el encanto de vivir una Cuaresma manual, particular e íntima, de tambores de lata y cornetas de manos cerradas, de miel de pestiños y torrijas corraleras, de almendras garrapiñadas, de incienso y romero quemado en las hornacinas de las cocinas para quitar restos aromáticos de garbanzos y/o papas con colas de bacalao…..  que, no se el día,  un mal viento se la llevó.
 Hoy  veo nazarenitos de plástico duro, de caramelo o vestidos con ricas telas imitando la realidad con insignias y cirios prefabricados con perfección pero sin el encanto del papel y sus arrugas, por eso he vuelto a hacerlos  -un revival mío-  por mí y para mí.
 Esos días azules y ese sol de la infancia (A. Machado), han vuelto de la mano de mi nieto.
  
   Antonio del Puente
     Cuaresma del 12
        
                                                   

viernes, 9 de marzo de 2012

VEO VEO: MUJERES EN EL PUENTE


Ayer se celebró el día de la mujer y entre los muchos actos que se organizaron me topé por casualidad con el que se celebró en el puente de TRiana: “Join me woman on the bridge 2012”. Al salir de la plaza vi a un grupo de vecinos que se quejaba porque habían cruzado un coche a la altura del monumento al flamenco y ni coches ni autobuses podían salir del barrio. Margarita Asuar, la coordinadora del evento, en vista de que no llegaban los municipales y no se podía comenzar, decidió utilizar su vehículo como barrera y lo mismo hicieron en el otro extremo. Los ánimos se iban calentando, menos mal que por fin aparecieron varios policías municipales, que se llevaron el coche y, al poco tiempo, cortaron el tráfico.

Dio comienzo el acto, en el que se iban intercalando actuaciones musicales con las intervenciones de los diversos invitados que iban leyendo sus aportaciones para mostrar tres caminos hacia la paz: la música, el deporte y la cultura. Entre el poco público que allí estaba se entremezclaban los alumnos de una clase del Colegio Santa Ana, las jugadoras del Sevilla Fútbol Club y varias mujeres pertenecientes a la Fundación Ana Bella para la ayuda de mujeres maltratadas y madres separadas.

No soy muy partidario de estos días internacionales que han terminado por copar el calendario, sin embargo me impactó la ilusión y las ganas de hacer cosas que allí se respiraba, poco importaban ahora los incidentes del principio, que se hubiera comenzado más tarde de lo previsto, que no hubiera mucha gente presente, porque tanto la coordinadora, como todos los que participaban lo hacían con tanta fe, con tanta generosidad, que uno no tenía más remedio que pararse a reflexionar. 


Antonia, en nombre de la Fundación Ana Bella terminó su discurso confesando:

“Mientras tuve miedo de perderme, no pude encontrarme.
Recién cuando no tuve nada que perder, empecé a descubrirme.”

Rafael Martín Holgado.

jueves, 8 de marzo de 2012

MÚSICA, MAESTROS

Es en 1975 cuando aparece el primer Lp de Triana, ese que todos llaman “El patio”, aunque llevaba el mismo nombre que el grupo. El disco, sin apoyo promocional, no tiene ni crítica y de ventas anda regular, en el primer año no más allá de cien discos vendidos.
Muy pocos conocen Triana y menos aún entienden su música, el rock que viene del exterior sólo está al alcance de unos pocos y en el mundo del flamenco carece de sentido. No es hasta 1979, cuando aparece su tercer Lp “Sombra y Luz” que comienzan a tener mucho éxito. Pero muchas cosas han cambiado en España, tras la muerte del dictador, unos vientos tumultuosos y frescos nos lavan la cara y el espíritu, aunque algunos se esconden bajo un largo abrigo verde con la esperanza de que todo siga como antes. Ahora se buscan con ansiedad nuevas sensaciones, los jóvenes igual van a recitales de poesía que se hartan de porros y cervezas con arvellanas, todos pensamos que se puede cambiar a mejor, que los enchufes, la autoridad mal entendida y los robos de guante blanco se van a terminar, que quienes lleguen al poder serán capaces, por fin, de servir al pueblo. Suena “Hijos del agobio”

quiero sentir algo que huela a vida
que mi sangre corra loca de pasión
descubrir la música que hay en la risa
la luz profunda y el amor

El grupo se funda en 1974 y en un principio además del trío, se piensa que Manuel y Lole también pueden formar parte del mismo, sin embargo la idea no cuajó y muy pronto la pareja del tardón será capaz de triunfar, también pululan por Sevilla Veneno y Silvio, más tarde Paco de Lucía y Camarón publican “La leyenda del tiempo”, ahora es el flamenco quien comienza a dar pasos por otros caminos, la senda que abrió Smash en 1970 con “La glorieta de los lotos” dejó de tener límites.  


Podría pensarse que Triana fue un producto que encajó a la perfección con la transición y que con ella terminó, sin embargo si te paseas por la red es fácil comprobar que sigue estando de actualidad y no porque aquellos que descubrimos el amor bajo su manto, los que abrimos una puerta para bañarnos, vírgenes, en el lago, ahora estemos empeñados en bautizarnos en las mismas aguas, nostálgicas, libres, de hace más de treinta años.

Hay una fuente niña que la llaman del amor
donde bailan los luceros y la luna con el sol.
Abre la puerta niña y dale paso a la luz
mira que destello tiene esa nube con el sol.
Por la mañana amanece la vida y una ilusión
deseos que se retuercen muy dentro del corazón

Jesús nos va envolviendo con su teclado, picotea la melodía a un ritmo hipnótico, cierro los ojos y sueño, van surgiendo sonidos etéreos, que se esparcen lentamente por un amplio infinito y que sirven de entrada a la guitarra de Eduardo, otra vez la calma, pero  la guitarra se anima, suenan palmas, me brotan las primera lágrimas y los tambores me llaman desde el pasado, tan insinuantes como siempre, el corazón se me va detrás sin pensarlo, porque no quiero que esta canción termine.  

Triana sigue vivo porque miles de jóvenes, no sólo españoles, ven, disfrutan y comentan los videos de youtube, consumen sus canciones y se emocionan, esto es lo más importante, que esa puerta de la ilusión no se cierre jamás. Escucha Triana.

Cuenta Juan Mellado en un magnífico blog de laluzdetriana:

Faltaba el nombre del grupo y por aquella época estaban muy de moda los grupos americanos con nombres como Chicago, América o Boston, así que con la gracia que caracteriza a los sevillanos, el "Tele" dijo: “nosotros que somos de TRIANA nos llamaremos TRIANA y se marcharon los tres a la capital Madrid a probar fortuna.
    
Rafael Martín Holgado.

miércoles, 7 de marzo de 2012

EL DEDO DE RODRIGO: LAS COSAS EN SU SITIO



   Estamos empeñados ahora en recordar lo que Triana aportó al flamenco antes, durante y después de su nacimiento y bautizo como arte definido o definitivo. Si, porque nos han faltado libros de esos que resuenan en toda España y se repiten, cuenten lo que cuenten, como un eco inextinguible. En la muy generosa bibliografía del género hay de todo: sesudas investigaciones, verdades, mentiras, manipulaciones, olvidos inocentes o no, inventos, suposiciones y, eso, el eco de lo que tantas veces se ha escrito y voceado desde las atalayas más altas e interesadas. Pongamos por delante que esta orilla fundamental ha disfrutado y disfruta de voces defensoras  y hay que señalar dos nombres principales: Emilio Jiménez Díaz y Manuel Cerrejón, pero -lo que decimos- faltan libros que es lo que queda, lo que se relee y se estudia.

   La fuerza está en los libros, especialmente en los dedicados a la historia general o parcial (de Jerez, Cádiz, Málaga, Madrid, etcétera). Sólo existe un libro sobre el arte flamenco en Triana, obra inicial y reciente de Pepa Sánchez, la hija del inolvidable Naranjito. De los lugares que hemos anotado en el paréntesis reposan en las estanterías de estudiosos y aficionados una cantidad tan suficiente como para que Triana permanezca eclipsada, olvidada y minimizada a veces hasta límites dolorosos. Esto no quiere decir que no se hable de ella, cosa imposible, mas casi siempre como tema secundario; entonces aparece a empujones o bien discurre breve por los renglones que tantas veces se han repetido; en demasiadas ocasiones permanece en un estadio injusto, incluso cuando se trata de trabajos enciclopédicos en los que encontramos las mismas firmas. Y algo curioso que para muchos es vía de escape: llamar “de Sevilla” a los artistas de Triana sin especificar que pertenecen a esta comarca cantaora. De esta manera no será nunca posible calibrar el peso exacto, ni siquiera aproximado, de lo que desde aquí se ha aportado al origen y desarrollo del cante y el baile. ¿Será eso lo que se pretende? Median muchos intereses. En el arte flamenco, también en el toreo, en la copla y en la cerámica Triana es marca de origen, pero esto no se suele tener en cuenta, lo que nos parece craso error o un pecado capital porque se está equivocando a los estudiosos de las nuevas generaciones.

   Sabemos que no vamos a variar el cauce, pero, al menos, intentaremos asentar la verdad del papel de esta orilla del flamenco. Nos va a servir de desahogo y ahí va a quedar para los que quieran calibrar la hondura de los Montes Pirolo y Marianillo, de las dos Cavas, la de los gitanos y la de los civiles, más la extrema, rica y difícil aportación de ese otro costado que llaman El Zurraque.

   Es sorprendente lo que aún se desconoce de los hombres que pusieron los cimientos de este edificio. Hace poco, y por el empeño e interés de Manuel Bohórquez, hemos sabido quien era El Planeta, al que podríamos etiquetar como la primera estrella del cante. El mismo investigador, junto al moronense Luis Vázquez, andan tras las huellas de otro gigante, El Fillo (o los Fillos) y ya vamos sabiendo algo; estamos hablando de dos de los principales soportes primeros (el tercero es Frasco El Colorao). Pues todo esto no hace más que confirmar la importancia de Triana en el entramado original que daría lugar a la música andaluza por definición.

   Existen una increíble cantidad de artistas trianeros del siglo XIX y principios del XX, profesionales o no,  de los que apenas se sabe nada, nombres que han sido esenciales y de los que sólo conocemos lo poco vertido de unas páginas a otras y lo que por nuestra cuenta hemos podido averiguar. Y, como decimos, en otros lugares si han abrigado a los suyos tirando de la manta incluso por la parte que no les corresponde, y ahí está, en esencia, la causa de la situación que estamos denunciando y de la que nos quejamos amargamente, porque en muchos casos ya es demasiado tarde.


Ángel Vela Nieto

domingo, 4 de marzo de 2012

DOS IMÁGENES DEL PASADO, NO TAN LEJANAS EN EL TIEMPO

     Para terminar con visiones relacionadas con los corrales de TRiana traigo a este espacio dos imágenes muy diferentes. Primero una fotografía subida a FLICK por González Alba el 27 de julio del 2.008, que recoge una pintada con el rostro de Eduardo Corriente, que nos chilla desde los ladrillos de la fachada del corral de la Encarnación y la entrada al bar Coruña, calle Pagés del Corro, de los que ya hemos hablado en este blog. De fondo ladrillos para tapiar los espacios vitales de  los vecinos que tuvieron que marcharse, la pared descascarillada, como queda para siempre el alma de todos ellos, allí donde los cobijaron, y todavía querían convencerlos de los pisos tan buenos que le ofrecían, que si salón y dos o tres dormitorios, con su cuarto de baño alicatado y una hermosa cocina, ventanas con persianas modernas… cómo si todo eso no se lo hubieran podido ofrecer en el barrio. SINVERGUENZAS TODOS, que son capaces de convencerse a diario de las buenas labores que hacen. 

Aunque el Hotel TRiana no es un corral, como tal, sí que la vida que se hacía en el mismo se le parecía mucho. Máximo Moreno se basa en este edificio para crear la portada exterior del primer disco de TRiana, como podemos leer en el magnífico texto que aparece en el blog “Triana: Discografía”. Como venidos de otro mundo los músicos se encuentran en medio del patio, como si tal cosa, mientras que si nos fijamos con más detenimiento, cada rincón se encuentra lleno de mil detalles importantes. 

Cuenta el artista que “Dolorcita es una mujer sevillana de corral sevillano, con setenta y tantos años a sus espaldas y muchos siglos de cultura en sus costumbres y lenguaje. Dolores cocinaba el día que le hice las fotos un potaje de chícharros en su cocina de carbón, avivando el fuego con el aire de su soplillo

Rafael Martín Holgado

sábado, 3 de marzo de 2012

TRIANA, AÑO DE 1898 (II)


En el mismo año en el que Sánchez Perrier nos mostró la ya comentada imagen tétrica del Paseo de la O, un discípulo suyo, Manuel García y Rodríguez, nos ofrece esta perspectiva del mismo Paseo.
La pintura muestra cierta actividad marinera bajo el Puente de Triana y una imagen clara de la espadaña de la Iglesia de la O, hoy imposible de vislumbrar desde esta situación.
A lo lejos  observamos un paisaje limpio, sin torres.

José Luis Jiménez

jueves, 1 de marzo de 2012

TRIANA, AÑO DE 1898

Perdí el hilo de la red hace mucho tiempo, demasiado, lo dejé escapar entre mis dedos, confiado que volaría pronto y fácil como una cometa de niños, pero la desgana es pesada como una tarde tonta de verano y se lo llevó hasta el suelo.
Hoy me agacho a recogerlo, allí donde estaba, junto a la descripción que Luis Montoto hacía de la vida en los corrales en los últimos años del siglo XIX. Por entonces, Sánchez Perrier, tan asociado como lo tenemos en Sevilla a la torpe burocracia, pinta la ribera de TRiana. En wikipedia podéis leer un poco sobre la vida y obras del artista, que se dedica a demostrar que una pintura puede ser tan realista como las modernas fotografías.


A lo lejos el puente, un joven adolescente, que nos sirve de referencia para localizar dónde se encuentran esos empinados terraplenes de tierra que llevaría a más de un chaval hasta las aguas, húmedos palos que sobresalen para formar humildes embarcaderos, estrechas escaleras suben hasta puertas angostas, arriba macetas colgadas en los lavaderos y terrazas, paredes peleadas con la cal,  barcazas amarradas, que apenas se usan ya para atravesar hasta la otra orilla, parece un mundo que se está acabando, que se esconderá para siempre entre la niebla y las babas del río. Para los zagalones trianeros no había más selva exótica que  estos parajes, ni leones más fieros que unos bichos enormes con cuernos llenos de aventura, espacios para buscarse la vida y, a veces, perderla, donde jugar a ver quien encuentra algo de comer, eran pobres, tan pobres como aquellos otros que habían tenido la suerte de estar ya trabajando desde los cinco o seis años, pobres pero más vivos que todos los trianeritos actuales empeñados todo el tiempo en buscar una vida detrás de una pantalla.

Rafael Martín Holgado.
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