miércoles, 31 de octubre de 2012

LA CAPILLA GITANA



Frontal de la Celda.


Helios Gómez no pudo negarse a las peticiones  del director espiritual de la Cárcel Modelo de Barcelona, así en 1950, en su última etapa de presidio, pintó unos frescos, en la celda número 1 del primer piso de la cuarta galería de la Modelo, dedicados a la Virgen de la Merced.

Los frescos, conocidos como La Capilla Gitana, no dejan lugar a dudas acerca de las raíces del genial artista ¿Quién duda que estos ángeles gitanos, negros y flamencos fueran trianeros del Monte Pirolo ? Y ¿ qué me dicen del niño gitano con su molinillo de viento en la mano? ¿No parece que su madre acaba de recogerlo de la zapata de la calle Betis?

Fotografía tomada por Gabriel Gómez,en algunas de sus visitas a la celda.

Llenar de alegría y libertad una estancia tan tétrica como una celda de una prisión española en los años 50 no era tarea fácil. Sin embargo, Helios Gómez lo consiguió y ahí quedó su obra, pese a que en 1998, por mandato de la actual presidenta del Parlamento de Cataluña, por aquella época Consejera de Justicia del gobierno presidido por Jordi Pujol, fueron ocultos por una capa de pintura. Todo un símbolo de la libertad es secuestrado, en el interior de una celda franquista, y esta vez en plena democracia.

Gabriel Gómez, hijo de Helios Gómez, y su esposa Caroline Mignot mantienen una intensa lucha para que la memoria de este artista trianero permanezca viva. Son muchas las exposiciones que se están celebrando, por toda Europa, de nuestro paisano. Esperemos que pronto podamos contemplar en Triana una muestra del arte de este gitano trianero.

Este blog, a partir de ahora, se convertirá en un medio transmisor de las noticias relacionadas con Helios Gómez y estará en contacto permanente con la Asociación Cultural de su nombre.

Fresco sobre la puerta de la celda.

José Luis Jiménez

lunes, 29 de octubre de 2012

EL DEDO DE RODRIGO

CURRO EL MANCO

     

     No sé si Andrés Martínez de León llegó a conocer al personaje del título; si sabemos que el pintor trianero fue amigo del costumbrista madrileño Antonio Díaz-Cañabate (1898-1984). Este divertido escritor, también periodista y crítico taurino, relata entre sus “Anécdotas de Feria”, escritas en 1956, lo que le sucedió en Sevilla allá por los años finales de la década de los veinte; una curiosa historia que voy a contar, no a transcribir.
       Un día un amigo lo llevó a Triana a un cafetín donde paraba un cantaor... 
     -Ya verás que tipo, le llaman El Manco, porque los brazos no le sirven para nada. No ha dado un golpe en su vida. Tiene sesenta años y lo más que ha andado son veinte metros que hay de su casa al cafetín.
      Y así -cuenta Cañabate- llegaron a un lugar sórdido, estrecho, con densa atmósfera y humazo pestilente.
      -¿Está Curro?
      -Ahí anda un pedazo.
     El Manco se estaba fumando un cigarrillo de estopa por el humo que echaba. La silla era una continuación de su cuerpo por lo bien que estaba sentado...
      -Sentarse y que os den de beber.
    Pulcramente vestido tenía una dejadez natural y elegante que desentonaba con el infecto tugurio. Bebía aguardiente.
      -Le he dicho a este amigo que eres el mejor cantaor de Sevilla.
   -Con que lo fuera de Triana me conformaría. Pero esta noche no canto. Porque un cantaor no es un pájaro que ha nacido para cantar. Un hombre canta cuando le sale de dentro, cuando lo necesita para seguir suspirando. Y yo hoy estoy muy a gusto aquí y ya he abierto demasiado la boca, y la boca no se abre más que para beber.
    -Pero es que este hombre es forastero y a lo mejor no tiene otra ocasión de oírte...
    -Sin oírme ha vivido hasta ahora.
    -Es que tú conoces el cante como nadie...
    -Yo no conozco nada. Este rincón y mi casa es lo que conozco del mundo. Y vivo tan ricamente.
    Y Díaz-Cañabate concluye su anécdota trianera en afectado y solemne tono: “No se me ha olvidado nunca Curro El Manco. Un rincón en lúgubre cuchitril. Una cama. Aguardiente. Cigarros. Una silla. Y cuando el cante empuja, cantar. ¡Y vivo tan ricamente! Muchas veces en mi vida he envidiado a Curro. Muchas veces soñé haber nacido en Triana”.
    No sabemos si realmente existió Curro El Manco; no parece, por la sinceridad de las palabras del escritor madrileño, que fuera fruto de su imaginación. Pero tomémoslo como arquetipo de los muchos Curros que vivieron siempre del puente para acá sin más mundo que el que le hacía feliz: la paz mil veces acariciada de un rincón compadre, el dulce rescoldo del aguardiente en la garganta y el cante como desahogo o escalera hacia la gloria, efímera y necesaria, cuando saltaban ávidos los duendes...
    “Feliz el que nunca ha visto/ más río que el de su patria,/ y duerme anciano a la sombra/ donde pequeño jugaba” (Alberto Lista).

Ángel Vela Nieto
(Del libro “Triana, la otra orilla del flamenco”) 

viernes, 26 de octubre de 2012

ET VOILÁ, LE PONT DE TRIANNÉ





Qué?  A que asi a la ligera has visto el puente de Triana, pero, ¿Qué le ha pasao a la calle Betis? O si lo miras desde otro lao,  ¿ esa es la Puerta de Triana antes que la derrumbasen en 1868?  

No, es el Puente del  Carrusel, sobre el Sena.  Además, se construyó  dieciocho   años antes.  ¡Que lástima !,  con lo que fardarían algunos diciendo: ¡ Aquí en Triana nació el Puente más bonito de toa Europa, los demás nos lo copiaron!  Pero no. Lo copiamos nosotros, que le vamos a hacer!.


Nuestros círculos metálicos, tan “ trianeros”,  fueron llamados en su época “aros de servilletas” y fueron muy criticados, pero también lo hicieron los franceses primero. ¡Vaya por Dioos!

El francés tenía en las esquinas 4 estatuas que representaban la Abundancia, la Industria, el Sena y la Ciudad de París.  Nosotros con un mechero en una esquina y una torre con un  reloj más parao que el caballo de un retratista tuvimos bastante.

El nuestro es más corto, unos 7,5 m.  menos, pero es más ancho eh! ( anda joderse, pa que haya más carril bici por los dos laos, toma ya).

Las piezas de hierro fundido que hicieron falta pa hacer nuestro puente, mas de 27000, ( vaya tela) salieron del Barrio de San Vicente  en los talleres de un catalán ,(mira por donde, ya salieron los catalanes) Bonaplata, el de la Feria,  pero lo proyectaron unos ingenieros franceses, que pa eso traían la idea original.

El francés fue durante 15 años de peaje. Anda que si al nuestro lo ponen de peaje , a ve quien iba a salir de Triana en esos tiempos.

En Francia, en el año 30 del pasado siglo, debido a su mal estado, deciden demolerlo y reconstruirlo.  Aquí, algo parecido estuvo a punto de suceder en 1974. (  ¿Os acordais de las vueltas que tenían que dar las  cofradias de nuestro barrio.?  Yo como nazareno de San Gonzalo, de pocos años, me parecía interminable ese recorrido , por Santa Cecilia, San Vicente de Paul, Clara de Jesus Montero, Chapina, hasta Pedro del Toro, Museo, Alfonso XII, y entrar en Campana. Eso era un recorrido largo.) 

  Menos mal que no se lo cargaron.  Quizás en aquellos tiempos no se llevaba a cabo ni la "persecución" ni el "antitrianerismo"  radical que algunos sienten tan en carne viva hoy en día. Qué sería de TRiana sin puente, y sin rótulo en la zapata, bueno   este todavía no está, pero cuando esté, que será nunca, tendremos  una nueva seña de identidad , por favor, el nombre de el barrio mas universal de…..Sevilla.,  

Todo el agradecimiento a Julio Domingez Arjona, y su blog “La Sevilla que no vemos”  de donde viene “casi” todo lo arriba escrito y que nos deleita cada día con sus entradas.

El Callao de TRiana

miércoles, 24 de octubre de 2012

DESDE EL MONTE PIROLO


RECREACIÓN APÓCRIFA Y METAFÍSICA DE UN
TORERO  INVENTADO




Con ésto de los centenarios de las efemérides toreras, este año del 2012, se ha desbocado un poco la concepción de darle a cada uno lo suyo, a Juan Belmonte le han dado hasta en el carnet de matador de toros celebrando actos por su muerte, incluso en su barrio, que no por sus triunfos y a Joselito “El Gallo” homenajes y celebraciones porque se cumple el centenario de tres fechas -acompañadas de grandes triunfos las tres-  importantísimas para un torero,  para la afición y para sus partidarios que todavía los tiene y los tendrá. A saber, el 13 de Junio de 1912 debuta en Sevilla, el 23 del  mismo mes en Madrí, y en la Feria de San Miguel del mismo año de 1912 toma la alternativa, eso sí, en Sevilla. Como debe de ser. 



A este grandísimo torero -igual de luces, traje campero o de calle-  le han puesto una placa en Sevilla en lo que queda de la puertacuadrilla de la derribada y antigua  plaza de la Monumental (su plaza) sito en la calle Ramón y Cajal.  Desde este verano, cuando empezaron los actos para JB en Sevilla, ya se estaban runruneando movimientos de los partidarios de José para distintas celebraciones pero, antes ya, también, otros estaban llamando a distintas emisoras y ofreciéndose con biografías y datos desconocidos de su vida, la profesional igual que la de Juan son archiconocidas.
Es la hora de fumarse un puro, don Juan, y  relájese.


Le voy a contar que  la ignorancia supina  -también es madre de la osadía- llegó hasta el punto que oí en algunos programas que usté, don Juan, fue un invento de José, porque éste se había quedado solo después de la retirada de Bombita y era mucha la responsabilidad y mucho el peso de llevar el cetro del toreo sin competencia alguna.


 A ese inmenso torero llamado José no le hacía falta inventarse a naide y usté se inventó solo, creo que se inventaba todos los días desde su juventud.


Así vio sus “jechuras” de torero el gran pintor y cartelista taurino Ruano LLopis, no hay que jurar para ver que son totalmente distintas a las de José.
  Se cuenta que el día de su gran triunfo en Sevilla al verlo Larita, torero madrileño que toreaba también esa tarde, en la puerta cuadrillas, le dijo: “Hombre, Juan, los toreros  a esta plaza no deben venir vestido de esa manera”. Cuando después a usté lo llevaban a hombros camino de Triana lo vio  montado en la calesa y le dijo a  los capitalistas y a sus partidarios: “¡Pararse a la vera de Larita!”. Lo miró fijamente y le soltó: “Los toreros a esta plaza vienen vestíos como pueen. Lo que tienen que hacer los toreros es salir de esta plaza como yo”.
Que digo yo, don Juan, que las “jechuras” serían así sin el toro pero cuando estaba usté toreando se transformaban de tal manera que lo que se presenciaba era de una plástica tan sublime que sobrecogía a los tendidos de emoción. Voy a recordarle tres tiempos de su media verónica  visto por fotógrafos y el escultor (Antonio Rosillo).


Pero no solo era la media verónica que servía de remate, había más,  había, antes de la media, una serie de verónicas extraordinarias que también deseo mostrarle. 


Dando el pecho siempre de frente nunca de perfil  que es el toreo perfilero, al hilo del pitón y toques para vaciar al toro acompañando la embestida, los pies asentados en la arena, quieto, solo jugando los brazos. Sorprendente, don Juan, sorprendentemente emocionante y sobre todo en aquella época que  el toreo se basaba todo sobre las piernas. Sin parar y atacando al toro buscándole el rabo y las vueltas por lo alto y por abajo y de pitón a pitón.  Lo importante era la estocada. Una batalla. 


                                                         
Y ahí vamos, don Juan, con la muleta por delante  citando al toro, tranquilo, reposado, provocando, metiéndose en su terreno, que según usté el toro no tiene ninguno que todos son de usté, quebrándolo, doblándolo, metiéndole la pierna en el costillar y tocándoles las orejas por los dos lados con el pico de la muleta y robarle todo el poderío para que se entregue y se de cuenta de quién manda allí. Dejarlo “guarnío” en el argot.



Y el molinete final liándose el toro a la cintura como  una faja de costalero y a cuadrarse, cerca, entre los dos pitones para tirarse a matar como lo hacen los toreros machos, los figurones del toreo, sin dejar de mirar el morrillo. ¡Hasta la bola y sin puntilla! 


Sé que en Madrí  la peña Taurina “Los de José y Juan” han celebrado y han auspiciado varios actos como la colocación de un mosaico en la plazatoros de Las Ventas por parte del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad para celebrar el centenario de los dos (?) doctorados. Pensarán repetir las celebraciones  el año que viene.



Como se lee el mosaico está dedicado a José y a usté con el motivo  de “su alternativa” -¿a cual de las dos y a quién de los dos?-  no de “sus alternativas”, no sé si se ha hecho a posta o es una equivocación del ceramista, porque se da el caso que la alternativa de José si cumple el centenario pero la tomó en Sevilla el 28/09/1912. ¿A quién se le dedica el mosaico?. Debemos suponer que está dedicado a José porque es el centenario de su alternativa y además fue el inspirador de esa plaza, también Monumental. Pero sus partidarios de Madrí,  no han querido que usté se quedara atrás. Porque a usté lo hizo  doctor en el toreo Machaquito al año siguiente -16/09/1913- en esa misma plaza Monumental. Ésto se llama matar dos pájaros de un tiro y adelantarse a los demás, pero con mucho arte pa que naide se enfade.


Yo tampoco quiero que naide, y menos usté, se enfade por este artículo que más que un artículo es un reportaje, y más que un reportaje una exposición que debía de haberse celebrado donde yo me sé.  Por eso quiero seguir lo que queda de año con mis modestos  homenajes.
Se debe saber  adónde se viene, donde se está, lo que hay y se tiene y lo que  ha habido y también se tiene y dejar las verborreas -los cuartos de hora de gloria- sin conocimiento de causas y casuísticas, no apuntarse a todos los bombardeos, ni meterse en todos los charcos sin chalecos salvavidas. Lo de “torero inventado” es pa mearse. ¿No, don Juan?



Antonio del Puente  
          Oct-12




      


                                                                                         

lunes, 22 de octubre de 2012

EL DEDO DE RODRIGO: GUALBERTO, JOAQUÍN RODRIGO Y FALLA



    Lo recordábamos Antonio Badía y yo el otro día. Se nos pasó un décimo aniversario que teníamos que haber celebrado, nosotros y ese lujo de músico andaluz que firma sus composiciones como Gualberto García. El asunto merecía que hubiéramos alzado una copa juntos. Pero nunca es tarde. Fue en Segovia una noche de mayo. Habían invitado a Gualberto para que participara en un concierto de Música de Cámara Española a través de la Sociedad Filarmónica de la citada ciudad y correspondiente al VII Ciclo Fundación Nicomedes García Gómez.

    No hacía mucho tiempo que el músico del Turruñuelo había estrenado su obra “Constelación Flamenca” en noche de Bienal, obra que, como siempre que contaron con su genial inspiración, fue de las más aplaudidas. Así que de aquel trabajo extrajo lo que denominó “Tríptico Andaluz”, y con él se habría de presentar en la comprometida cita que se le dedicaba a Joaquín Rodrigo, fallecido en 1999. Gualberto quiso que le acompañara porque se interpretarían letras mías, ya que él, en su momento, se empeñó en que me encargara de los textos de su “Constelación” (nunca olvidaré las felicitaciones de Nacha Guevara la noche del estreno en la Sala Joaquín Turina).

    Así que se lo comentamos a nuestro amigo, el pintor Antonio Badía, enamorado de Madrid, y se apuntó al viaje. El primer destino era la Villa y Corte donde esperaban a Gualberto la soprano María José Sánchez (qué maravilla su voz) y el pianista canario Jorge Robaina. Sin demora nos trasladamos a la casa de la cantante donde, en los ensayos, comprobamos la grandiosa maestría de Gualberto ante dos selectos y curtidos artistas que lo trataron como eso, un gran maestro. Badía y yo no salíamos del asombro. Después de una noche por el Madrid más flamenco, viajamos a Segovia y, tras los primeros contactos con los organizadores, al fin pudimos leer el programa... ¡Dios mío! Gualberto era el compositor más joven de los anunciados y el único vivo de una pléyade de nombres impresionantes, entre los que deslumbraban el mencionado maestro Rodrigo, con Toldrá, Mompou, Guridi, Falla y Turina. María José Sánchez interpretaría una obra escogida de cada uno, y hay que suponer, también, la altura de los letrista. Para temblar...
  
De izquierda a derecha: Jorge Robaina, Gualberto, María José Sánchez, Antonio Badía y Ángel Vela. Segovia.Sala Zuloaga

    La Sala Zuloaga sería el escenario de aquel milagro, porque el “Tríptico Andaluz” que venía de Triana, fresco y en estreno absoluto, estuvo entre lo que el público agradeció más con sus aplausos, teniendo Gualberto que levantarse de su asiento para corresponder a la ovación del selecto auditorio que disfrutó de la sorpresa añadida de su presencia. Componía la obra estos títulos: “Introducción”, “Soleá” y “Seguiriya”... Una estela de misterio/ rasga el cielo milenario/ con filos de cante viejo./ Los ecos abren sus alas/ en gargantas invisibles/ que hieren como una espada... El cante es una saeta/ al corazón de Triana,/ el puente un arco de coplas/ que lanza su flecha al agua...”. Imagínense una música maravillosamente flamenca y una voz celestial. Nunca Sentimos a nuestro barrio con mayor pasión que aquella noche triunfal, y con qué orgullo. Cómo sonó Triana en la garganta de la exquisita intérprete con la que compartimos la cena de despedida. Ella y el pianista no cesaron de felicitarnos y, desde luego, sabían que su amigo, el músico de Triana, nada tenía que envidiar a los míticos compositores que, aquella noche única, figuraron a la altura de un tal Gualberto García llegado de otra “constelación”.

    Comenté con Badía que pocos en Triana y en Sevilla se enteraron de este éxito de nuestro barrio tan lejos del puente. Por eso, aunque no hallamos celebrado los diez años de aquella íntima epopeya, he querido recordarlo a modo de agasajo compartiéndolo con todos nuestros amigos de “Triana en la red”.

Cena de despedida en el Mesón segoviano Casa Duque.

Ángel Vela Nieto     

sábado, 20 de octubre de 2012

VEO VEO: UN ESLOGAN PARA TRIANA



Cuando Magallanes y Elcano salieron de TRiana un agosto de 1519, nuestro planeta comenzó a menguar tímidamente, mucho más recientemente los aviones e internet han conseguido hacer verdad eso de que el mundo es un pañuelo, un trocito de tela de fino encaje que no paramos de ensuciar con mocos contaminantes, una frágil piel que vamos deshilachando sin tener mucha conciencia del daño que le hacemos. Y sobre esta Tierra nos han colocado el fantasma de la globalización, no ya como un hecho favorable en todos los sentidos, principalmente el económico, sino que nos lo han vendido como algo inevitable, una corriente arrolladora ante la que no podemos más que dejarnos arrastrar.

Pero mira por donde, que esos magos de la política internacional, esos gestores de lo macro, no se esperaban el resurgimiento de los nacionalismos, quizás en parte, como la única búsqueda de una identidad propia en un mundo globalizado. Así, en vez de aumentarse la hibridación cultural, de llegar a una sociedad global, desde hace unos años estamos viendo en Europa el triunfo de movimientos nacionalistas, al tiempo que se recuperan lenguas y tradiciones. Como defiende el antropólogo Isidoro Moreno, junto al fenómeno de la globalización, también tenemos que tener en cuenta la importancia que está tomando lo local.

De la antigua Yugoslavia se formaron tras mucho dolor varias naciones, más tarde Chequia y Eslovaquia decidieron separarse, en Bélgica han triunfado en las últimas elecciones los independentistas, en Escocia se hará un referéndum, que también puede dar lugar a una nueva nación y, más cerca nuestra, los movimientos nacionalistas vascos y catalanes han decidido reivindicar más que nunca sus aspiraciones separatistas.


Por aquí, por las calles de nuestro barrio, me choco de vez en cuando con las camisetas de Triana República Independiente, y no sé, pueden hacer hasta gracia, pero hay algo detrás de ese eslogan que me molesta, como aquél otro de Triana Puente y Aparte.

Muchos movimientos nacionalistas se basan en la negación del otro, del vecino y el ser catalán, por ejemplo, se convierte en un triste no ser español, para ser de TRiana y sentir al barrio no es necesario dejar de pertenecer a Sevilla, ni suficiente con sólo sentirse orgulloso del espacio que uno ocupa, que ese soydetriana con que tanto se nos llena la boca se convierta realmente en un arco de los que sostenían de verdad el puente.

Rafael Martín Holgado.

jueves, 18 de octubre de 2012

PARQUE VEGA DE TRIANA



    Tras varios años de obra y con un presupuesto final de 17,5 millones de euros -demasiada inversión a priori para los tiempos que corren- se ha inaugurado un gran parque en Triana. Compartiendo uso con el  parking público de la Feria de Abril y las instalaciones deportivas del Charco de la Pava, los trianeros tenemos habilitados 80 hectáreas de zona verde, con más de 3800 árboles y cerca de 25.000 arbustos  que esperamos que nuestro amigo y experto en “Las Raices de Triana”, Rafa Martín, nos vaya catalogando.

    Junto con el citado parque, hay que destacar el nuevo acceso a la zona a través de un paso peatonal, con compuertas metálicas abatibles de emergencia, en caso de una posible riada. Este paso pone fin al peligro que suponía el cruce por la carretera del muro de defensa, de la que puedo dar testimonio tras muchos años compartiendo horas de entrenamiento y partidos de futbol de mis hijos, inicialmente en la Escuela de Fútbol Triana Ar Rabad -aprovecho para mandar un abrazo a Gabi Hijón- y posteriormente en el Triana C.F.

    Conozco bien la zona y he podido disfrutar en ella de algún que otro día de asueto, barbacoa incluida, por ello,  recomiendo encarecidamente a todos los vecinos de Triana que la hagan suya para que puedan disfrutar de largos paseos andando o en bicicleta, de una gran extensión de praderas para compartir un picnic dominguero en compañía de los amigos y, por qué no,  la posibilidad de perder esos kilos de más practicando deporte; y todo ello sin tener que hacer uso del coche. Considero un auténtico lujo disponer en nuestro barrio de una zona natural como esta.

    El parque, permanentemente vigilado por la Torre Pelli, parece que en la actualidad puede suponer un serio problema para el Ayuntamiento ya que presenta carencias muy graves: ausencia de iluminación, de papeleras, de bancos, de algún servicio higiénico o incluso de fuentes para agua potable, además de los 500.0000 euros de coste anual  de mantenimiento, cifra disparatada para la sequía económica por la que estamos atravesando. Ha nacido nuestro parque con grandes taras que harán un milagro su supervivencia, pero como estamos en un barrio con gran influencia calé, mejor aplicar el dicho de que los gitanos no quieren a sus hijos con buenos principios y desearle una prospera vida a este  pulmón trianero.


José Luis Jiménez


domingo, 14 de octubre de 2012

EL DEDO DE RODRIGO: CASA BERRINCHE

Plaza del Altozano, año 1896. Al fondo, en la esquina de la actual San Jacinto con San Jorge, se encontraba Casa Berrinche
    Puede que este apodo se deba a gente del toro, pues más de un picaor de pasadas épocas lo llevó a los carteles, y hasta hubo un cronista taurino que firmaba como “Don Berrinche”. Casa Berrinche fue una oscura, húmeda por causa de las arriadas y suponemos que maloliente tabernilla, que existió hasta los años veinte del pasado siglo; cayó con la casona que la albergaba. Un nonagenario amigo, vecino de la Cava de los civiles, superviviente de una Triana completamente desaparecida, comentó hace ya bastantes años a quien esto escribe que el apodo del propietario de la añosa taberna que abría su puerta al mismísimo Altozano, era la justa medida de su carácter, de sus malas pulgas; sin embargo, parece que nada le molestó cargar con semejante apodo toda su vida. Sus parroquianos le trataban con tanto respeto que lo llamaban don José. Luego supimos que era Sánchez de apellido. Y para justificar su fama nos contó nuestro amigo que llegó a dispararle un tiro de escopeta en una pierna a uno de sus habituales que, quizás por cabezonada de borracho, orinó fuera de su sitio después de advertido.

    Casa Berrinche se mantuvo mucho tiempo hundida sobre la rasante de la plaza en el vértice que forman las calles San Jacinto y San Jorge, y de este singular establecimiento existen referencias escritas dada la importancia de su enclave. La casa fue levantada a principios del siglo XVIII y derribada en 1926 cuando la remodelación del Altozano impulsada por la Compañía de Tranvías que planeaba la nueva línea de Camas. Entonces era su propietario Emilio Gordillo Ochoa, otro personaje popular del barrio y fuera de él, seguidor y amigo del Rodríguez de la Borbolla de entonces, y que luego abriría “El Sol Saliente” (no Naciente) en la zona de la Alameílla, entre las bocacalles de Pureza y Betis.

    Se tienen  noticias de que en Berrinche se reunía gente taurina y flamenca, y que allí cantó, en una de las épicas juergas, Manuel Cagancho aquella elocuente toná: “Estando en el Altozano/ comiéndome unos piñones,/ oí una voz que decía/ tira pa los Callejones”. O sea: “Sinando en el Altozano/ jamelando mis piñones,/ juné una gole plañiendo/ por aqueyos callejones”, que es como purifica esta famosa letra un lingüista experto en romaní. Pero sabemos que los gitanos de Triana en ese tiempo no solían hablar ni cantar en caló. Y cosas del flamenco que ya añadimos: alguien creó un quinto verso para esta copla, adaptándola a otro palo; es el que dice, rematando: “… que viene la policía”.

    Así se mantuvo el derrengado edificio de Berrinche, a medio hundir como una barca varada en la orilla del alzado mar del Altozano, y por ello la ocurrencia del ingenioso periodista Agustín López Macías “Galerín”, vertida en uno de sus jugosos libros-guías que titulaba “Sevilla en broma” con los que alegraba la primavera de la ciudad: “Casas típicas hay en Triana, por ejemplo la de Berrinche, que tiene el balcón en el zaguán”. Lo cierto es que nunca se repuso del embate de un tranvía que perdió el rumbo (y los frenos) en la empinada cuesta abajo del puente incrustándose en sus ya castigados muros un sonado día del año 1912, suceso que llegó, bien ilustrado, a las revistas gráficas nacionales.

Riada del año 1892. En primer plano la Esquina Berrinche. La calle San Jacinto conservaba sus soportales.

Ángel Vela Nieto.
(del libro "Triana,  la otra orilla del flamenco")

miércoles, 10 de octubre de 2012

¿HAN TERMINADO LAS OBRAS DEL MUSEO DE LA CERÁMICA?



Vista general del Museo de la Cerámica por la Calle Antillano Campos (Autovía de Salida de Triana). Octubre de 2012.

A final del pasado mes de septiembre el ayuntamiento de Sevilla recepcionó las obras del Museo de la Cerámica de Triana. Con una nutrida representación del ayuntamiento, de la Junta de Andalucía y del  sector turístico, tuvo lugar el referido acto de recepción.

Con el objetivo de que abra sus puertas al público a finales de este año, se está trabajando en el proyecto museográfico del que ha trascendido que quedarán expuesta las colecciones cerámicas de Santa Ana y la colección Carranza a la vez que se apunta hacía un Centro de Interpretación del barrio.

Sin entrar a valorar el proyecto museográfico, fundamentalmente  porque, de momento, se desconoce absolutamente el contenido del mismo,  tengo mis dudas acerca de la  posible aparición, dentro del museo,  de  un Centro de Interpretación del barrio ¿Es que el barrio no existe? ¿Carece de monumentos para mostrar a los visitantes? Me da la impresión que este referido centro de interpretación restará visitas al resto de monumentos de Triana. Por otro lado, no parece lógico que en un espacio específico  para la cerámica se expongan otros aspectos  de Triana.

Analizando el aspecto exterior de la obra, no entendemos por qué el ayuntamiento recepciona unas obras  con tal cantidad de cables colgando sobre la fachada, algunos  que no tienen ni tendrán uso alguno.

Cables colgando en la fachada recien restaurada. Octubre de 2012.
Cables antiguos, sin uso aparente colgando en la fachada principal. Octubre de 2012

Increíble el remate inferior de la fachada de ladrillo visto con mortero ¿Quién ha sido el director de obra y qué técnico ha recepcionado esta chapuza que pagamos con dinero público? Si esta es la fachada principal ¿qué nos espera en el interior?.

Remate inferior de la fachada de ladrillo visto con mortero de cemento. Octubre de 2012

Si observan los alféizares de las ventanas de planta baja podrán comprobar el estado de la cerámica, totalmente destrozada y mal rematada. La escasa muestra de cerámica que presenta la fachada a Antillano Campos ha sido  descuidada, parece que  la cerámica no es del gusto de los nuevos arquitectos. De cualquier manera no es de recibo el estado de los citados alféizares.

Alféizar con la cerámica destrozada y mal rematada. Octubre de 2012.

Otro elemento de la fachada que llama la atención es el nuevo zócalo de chapa de acero. Se destruye el primitivo zócalo de revoco a la  tirolesa, típico en la mayoría del caserío trianero y de fácil mantenimiento, y en su lugar se instala este elemento tan moderno y que en breve estará tan oxidado y deteriorado como los bancos de la calle San Jacinto. Habrá que preparar un buen presupuesto de mantenimiento o de lo contrario en pocos meses veremos el aspecto lamentable del zócalo en cuestión. Y ¿qué me dicen del espacio que queda entre el zócalo y el suelo?

Zócalo de chapa. Octubre de 2012

La fachada es simple y presente pocos elementos singulares, sin embargo poco cuidado han tenido en la ejecución o diseño de estos elementos ¿Qué les parece el escalón de chapa? Y ¿qué decir de la otra puerta a la que ya le falta el escalón? ¿No estaban las obras terminadas y recepcionadas? Del remate de la hornacina de la fachada mejor ni comentar ¿Qué político recepcionaría estas obras si se tratase de su domicilio particular?.

Detalle de puerta sin rematar. Octubre de 2012
Remate de registro en zócalo metálico. Observen el escalón de chapa. Octubre de 2012.
Escalón sin rematar con restos de pegamento en una tabica. Octubre de 2012

El resto de la fachada de ladrillo visto no ha sufrido un proceso de restauración adecuado. Vean la cantidad de ladrillos diferentes y la falta de sensibilidad  que han mostrado durante las obras. Les puedo asegurar que los elementos cerámicos de la fachada no han sido protegidos y ha sido un milagro que podamos seguir contemplándolos.

De las obras del interior poco podemos comentar. Esperaremos a que se produzca la apertura al público para poder valorarla. Sin embargo, a través de alguna ventana he podido apreciar parte del interior. Los muros originales se han revestido con un trasdosado de placas de cartón yeso y en el patio aparecen unos botelleros cerámicos que tal vez sean las estanterías del bar del Museo.

Botelleros  en el interior del patio. Extraña decoración. Fotografía ABC.

Y qué podemos decir de los accesos al Museo. La calle Antillano Campos es un auténtico peligro para los peatones. No, no es ninguna exageración; prueben a pasear contemplando la belleza de esta calle y le aseguro que terminarán abandonando el paseo al tercer paso que den. Siempre imaginé la calle peatonalizada y atestada de cacharros  a las puertas de los pequeños talleres de cerámica que todavía sobreviven.

¿Quién ha recepcionado estas obras? Una vez más se gestiona mal el dinero público. Lo siguiente serán los debates absurdos entre los políticos de la Junta de Andalucía y los del Ayuntamiento eludiendo las culpas. Y el final será parecido al de los azulejos del muro de la Calle Betis:  un dineral tirado a la basura. De nuevo estamos ante otro PROYECTO IMPACTANTE en Triana. Que nos cojan confesados.

José Luis Jiménez

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