miércoles, 29 de junio de 2011

EL PREGONERO DE LA VELÁ 2011

Pues ya tenemos pregonero para la Velá de este año; y como la noticia es oficial  la podemos publicar en este blog. Antonio Cattoni ha sido designado para pregonar nuestra fiesta mayor el próximo día 21 de julio, esperemos que en el Hotel Triana. 
El futuro pregonero es periodista de profesión y nacido en el municipio jienense de  La Carolina. Desconozco su vinculación con Triana salvo que en el año 2009 pronunció el Pregón de la Juventud de la Hermandad de la Esperanza de Triana que terminó con un rap. También tiene experiencia como pregonero en la Velá de Nuestra Señora de los Dolores de El Cerro del Águila.
Le deseo suerte a este joven periodista que desde luego, a priori, no tiene el mejor perfil y curriculum para pregonar nuestra Velá.

José Luis Jiménez

lunes, 27 de junio de 2011

EL DEDO DE RODRIGO: A VUELTAS CON LA VELÁ


        Puede decirse que desde 1280 la devoción a Santa Ana en Triana ha sido una continua y fervorosa tradición, y la velá de su imagen una verdadera fiesta que, dada la temperatura de julio, cuando es su onomástica, se desborda desde siempre por donde menos aprieta, la ribera del río. O sea, que estamos hablando de una manifestación muchas veces centenaria, un verdadero tesoro histórico y etnológico que hay que cuidar con mimo como Fiesta Mayor de nuestra ciudad, reconocida, además, por la Junta de Andalucía. Conviene aclarar que Santiago ha sido un añadido por exigencias del calendario; nada tiene que ver con Triana.
         La ancha y profunda historia de la Velá de Santa Ana contiene capítulos muy distintos, aunque todos colmados de interés y curiosidades. Romerías a la catedral trianera desde todos los puntos de Sevilla; visita de la patrona de la ciudad, suspensiones de la fiesta (hasta de los cultos religiosos), imposiciones y control municipal, y etapas de envidiado esplendor, éstos ligados íntimamente al valor humano, al celoso empeño de ciertos y  casi olvidados personajes, unos desde dentro del Ayuntamiento de Sevilla como concejales; otros desde su apego y respeto a las cosas importantes de su barrio. Y, claro, con la aparición de los periódicos, es cuando se inicia su historia moderna, la más fehaciente y detallada, gracias a los entusiastas reporteros que cada año pasaban el puente para, desde la misma vibración de sus latidos, pulsar la alegría de una comunidad vieja y sabia y, también, única. Así que desde mediados del siglo XIX, conocemos con primeros planos el devenir de esas gozosas jornadas dentro y fuera del templo.
         Estas crónicas están llenas de sabor y en ellas se pueden palpar las  curiosas y noticieras reglas del periodismo de calle al modo de cada época, con su justicia de verbo y sus arrebatos delirantes muchas veces amparados en un seudónimo. Conocemos detalladamente en qué consisten los cultos extraordinarios a la Abuela, quiénes han sido los párrocos, cómo se exornaba la iglesia y, lo que parece  más atrayente: cómo se desarrollaba la fiesta lúdica en el río, porque en esencia -Triana es pueblo marinero- lo más divertido se desarrollaba sobre la viva lámina de agua de la gran avenida.
         Cuando más ha divertido la Velá es a partir de su autoregulación ajustándose a una serie de actos y juegos. Esto ocurre desde hace aproximadamente un siglo; podríamos celebrarlo este año o el que viene. La explosión de la fiesta en la calle surge del interés de un concejal e industrial ejemplar que llegó de muchacho a Triana desde su tierra norteña, Manuel Carriedo Pérez, a quien por fin se hizo justicia recientemente con la colocación de una placa con su imagen en la misma calle donde habitó y que llevó su nombre. Él, hombre de mar, nos trajo el juego rey del espectáculo fluvial: la cucaña. De modo que justamente el año pasado se cumplió un siglo de la primera cucaña encuadrada en el programa oficial.
         Luego, en los años inmediatos a la Exposición Iberoamerica, llegaron nuevos industriales locales, casi siempre ligados al gremio del barro y la cerámica como los Mensaque y Manuel Rodríguez Alonso, especialmente, que organizaban y dirigían los festejos Eran tiempos de progreso, los hornos trianeros no daban abastos a las obras que se estaban realizando en la ciudad, y ese optimismo económico se reflejaba en la fiesta más genuina. Las décadas de los diez y veinte de la pasada centuria fueron las de mayor esplendor, el repaso de los juegos terrestres y acuáticos da idea del ingenio y el corazón filial de aquellos prohombres. Pasada la guerra fueron otros los vecinos ejemplares, de todos, que son muchos, hay que enmarcar el nombre de Aurelio Murillo.

Ángel Vela Nieto


miércoles, 22 de junio de 2011

CARTEL DE LA VELÁ 2011


 


Alfonso Orce ha sido el artista designado para la realización del cartel de la próxima Velá. Me alegra la designación porque además de trianero de nascencia y gran conocedor del barrio es un  artista con una dilatada experiencia profesional. Es doctor en Bellas Artes y miembro de una familia con tradición ceramista.  En la actualidad Alfonso vive y trabaja  en Triana donde siempre comparte algún interesante proyecto cultural relacionado con el barrio.
Me ha parecido una decisión valiente por parte de Alfonso porque teniendo en cuenta que el cartel debe estar presentado el 11 o 12 de Julio, como máximo,  va a disponer de muy poco tiempo para la realización del mismo. Sin embargo  debemos estar tranquilos porque del corazón de Alfonso saldrá un magnífico  cartel totalmente impregnado de trianerismo.

José Luis Jiménez

martes, 21 de junio de 2011

VEO VEO: ¡HAY CARACOLES!


En muchos bares de TRiana se ven dibujados en las pizarras fáciles logotipos, una espiral más o menos apretada, una cara simpática y los cuernos, que no falten, un reclamo naíf que anuncia la llegada del verano, la época de los veladores, cerveza, caracoles y un vaso de caldito en una esquina a la espera de la primera brisa que refresque la noche. Hay mucha gente que los adora, algunos que sienten el mismo asco que si comieran hormigas fritas, gusanos o carne de perro y otros que sólo se comen el primer segmento y dejan la parte final, de color más oscuro, probablemente no sepan que se trata de un órgano que hace las funciones del hígado y del páncreas, puesto que el ano se dispone por fuera de la concha, si no se les llenaría el interior rápidamente de excrementos y reventarían.

El caracol es un animal que ha sobrevivido por la vía fácil, una estructura dura que le permite esconderse sin tener que huir de sus depredadores, de forma inocente se repliega en la concha para pasado el peligro asomar un pie musculoso que se continua con la cabeza, en donde se despliegan dos tentáculos en cuyos extremos se encuentran los ojos. Mientras están en la plaza muchas madres y abuelas colocan un caracol en la palma de la mano de los más pequeños, a quienes les cuesta un mundo dejar parados sus curiosos dedos, a la espera de que aparezca, como por arte de magia un cuerpo de tacto resbaloso que se desplaza con lentitud, meciéndose en el tiempo, sin importarle hacia donde va.


El caracol es el ejemplo típico de animal hermafrodita, pero aunque posea los dos sexos, para reproducirse se necesita siempre una pareja, los dos caracoles se juntan y retuercen sus pies entre sí en una furiosa, lenta y mocosa orgía, en plena intimidad, preferentemente de noche, se clavan uno al otro un arpón hecho del mismo material que la concha, que de alguna manera los estimula, entonces uno de ellos con la ayuda del pene introduce los espermatozoides en el otro, para después, tras este primer intercambio, prestarse a recibir los espermatozoides de su compañero, así que, al cabo de varias horas, ambos quedan fecundados.


Y en el plato, cientos de cuernos se alzan en una caliente sopa de especias, cuyos aromas de campo revolotean dentro de la boca, mientras el picor que se va depositando en los labios se ve calmado con generosos sorbos de fría cerveza, una noche más cumplimos el placer de alimentarnos, igual que hicieron los hombres de las cavernas, como deducimos por la gran cantidad de conchas halladas en los yacimientos, o los romanos, a quienes gustaban criarlos en unas caracoleras donde los engordaban con vino y salvado.
Como decía Naranjito, que son tus ojos dos soles, caracoleee, caracoleee
¡Ay, caracoles!       
   
Rafael Martín Holgado.

viernes, 17 de junio de 2011

DESDE MI BALCÓN: LA GÜERTA


Del Rocío salimos
para Triana
después de ver la Virgen
Paloma Blanca.

Vamos llorando
que pa verla salir
nos queda un año.
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Camino del Bujeo,
Villamanrique,
campanas a voleo
con mil repiques.

Suenan cohetes,
tamboriles y palmas,
Triana viene.
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Polvo, sudor, cantares,
las yuntas lentas,
Triana está llegando
a Castilleja.

¡Ay!, quién pudiera
volverse pal Rocío
con las carretas.
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Cuesta del Caracó
vamos bajando
y Triana a lo lejos
la divisamos.

Desde mañana
en un nuevo Rocío
piensa Triana.

Antonio Fernández Cachero

jueves, 16 de junio de 2011

VEO VEO: SANTA ANA, UNA IGLESIA ALMENADA

Cuando el rey Don Fernando conquistó Sevilla se apresuró en cristianizar las dos mezquitas más importantes, la de Ibn Addabás quedó consagrada como Colegiata del Divino Salvador del Mundo y la Mezquita Mayor con la advocación de Santa María. Expulsados los musulmanes, a los que se les permitió llevarse sus bienes, la vacía ciudad pasa a manos de la corona de Castilla, que reparte las casas y las tierras entre los propios miembros de la familia real, importantes nobles y las diversas órdenes militares, que habían participado en la conquista, también obtuvieron alguna ganancia monasterios, iglesias, obispos, oficiales reales, servidores, soldados, alcaldes, alguaciles y los repobladores. Don Remondo, primer obispo de Sevilla organiza la ciudad en veinticuatro colaciones, cada una con su propia parroquia, que no eran más que mezquitas a las que se les cambiaba la dirección de rezo, en vez de ser hacia el sur, donde se encontraba el muro de la quibbla, el altar se situaba en el muro este, un ligero giro que permitía transformar a alá en dios.


Pero no es hasta 1276, veintiocho años después de la conquista, que Alfonso X, ya muerto su padre, manda construir el primer templo cristiano de Sevilla, la iglesia de Santa Ana. Desde época almohade TRiana es una alquería que cuenta con una fortificación junto al puente de barcas por ser el lugar donde confluyen diversos caminos procedentes de la vega y del aljarafe. Sin embargo, la iglesia se construye apartada del castillo, por lo que se piensa que en un principio el templo pudo estar fortificado. Como herencia de aquel entonces hoy se pueden contemplar en las cubiertas de las terrazas unas ondulantes almenas, que como pétreas olas rodean los irregulares muros del templo, por un lado y por otro las paredes sin adornos, limpias, terminan en ese vaivén contagioso que se empeña en dotar de movimiento a los viejos muros de Santa Ana.


(Fuentes: Ficha de la iglesia del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico y Sevilla en la Baja Edad Media de A. Collantes de Terán).

Rafael Martín Holgado.

martes, 14 de junio de 2011

EL DEDO DE RODRIGO: LA VELÁ EN VELA

          
         Ya va siendo hora de que, una vez más, demos la bienvenida a un flamante delegado. Siempre nos anima la esperanza, porque rara ha sido la ocasión que al saliente (o salienta), no le hayamos plateado el puente... a enemigo que huye... Y estando en Triana, siempre la esperanza. Como los relevos coinciden con la organización de nuestra fiesta grande, resulta que ésta, la de Santa Ana de julio y la cucaña (todavía, aunque apenas se le parezca) es una incógnita. Primero porque no sabemos si los otros, cumpliendo postreros compromisos con gente afín, han otorgado ya el cartel, el pregón o determinadas actuaciones artísticas.
         Normalmente el entrante no lo suele ver mal, así se evita los efectos del primer golpe de responsabilidad haciendo de Pilatos. Y por ahí ya empieza a fallar. Ojalá la señorita delegada de fantasmal recorrido, sucesora del nefando Moriñas, le haya dejado la tarea a quienes les corresponde y que sea de ellos la obra y así empezaremos a calibrarlos. La Velá es una cosa muy seria, una de las Fiestas Mayores de Sevilla, Bien Cultural de Andalucía, la manifestación festiva religiosa-pagana más antigua de casi toda España; nada menos que casi ocho siglos de historia certifican su valía y respeto.
         Pero organizar una fiesta de esta categoría cuesta dinero y dudamos de que en las arcas haya alguna moneda acompañando las telarañas. Hay que poner zancadillas al enemigo a ver si se rompe la nariz, lo demás nada importa. Si fuera así, aconsejamos al delegado y su equipo (otra incógnita es la comisión hecha a la medida de los salientes) que agudicen el ingenio, a veces el dinero no lo es todo salvo para lo imprescindible. Y un consejo más: que no sean rácanos con los homenajes, los títulos; que se recuerde que cuando se instituyeron se pensó en tres, dos y dos (de Honor, Adoptivos y del Año), que se colme de felicidad, de rostros agradecidos, el escenario del Hotel Triana, que es el espacio natural de la primera y gozosa jornada, la de mayor pureza, o sólo va servir a la Bienal y a los artistas forasteros.... Y que no se busquen como salvadores a personajes de relumbrón, porque la categoría la da Triana y no necesita de famosos; que sean vecinos a los que se les debe un reconocimiento por su amor y su esfuerzo como hijos de esta patria única, para que no se nos muera ya ni uno sólo con la amargura del olvido. Que Triana, al menos en esto, siga siendo lo que fue. Hay que recuperar el Hotel Triana, como hizo el inolvidable Alberto Jiménez Becerril cuando tuvimos la fortuna de su nombramiento, ahí está la esencia y no podemos olvidar que el patio se salvó para que sirviera al barrio y no a determinados vecinos (lo que nos faltaba) a los que parece les molesta “el ruido”.
         Existen muchos pintores que harían el cartel por amor a su barrio; hay voces enamoradas de Triana que la cantarían con poética y filial emoción (sólo en versos, nada de cantes o pianos que conviertan el pregón en un musical). Muchos han sido los errores de la comisión y su presidente en estos años pasados buscando el interés político y ya ven para lo que les ha servido.
         Hace veinte años justos que Alberto ocupó dignamente el sillón de San Jacinto; habría que recordarlo, dedicarle esta Velá, para que el debutante se fije en su obra. Porque aquí el Pepé no tiene más que dos caminos: el de Alberto (gozoso, responsable, práctico, cariñoso) o el de su sucesor y compañero de partido, el señor Gutiérrez Alviz (todo lo contrario). Ya ven, el hombre es lo que importa.
         Sólo resta desearnos suerte.


Ángel Vela Nieto

DESDE MI BALCÓN: ROCÍO DE TRIANA


El camino de Triana
tiene un caballo
para que los peregrinos
puedan montarlo.

¡Vaya caballo tordo!,
de San Fernando,
donde la ida es a pié
y la güerta andando.

Los que no gastan suela
están enfadados
que en Triana murmuren
¡Son los planchaos!

¿Están enfadados?
Que no presuman
de traje corto campero
ni de montura.

Algunos que me sé
van de prestado,
tiesos como mojamas
o bacalao.


Antonio Fernández Cachero

lunes, 13 de junio de 2011

DESDE MI BALCÓN: BELMONTE

Juan Belmonte, lo dije antes, era un trianero muy serio como torero y como hombre. apenas reía, si algo le hacía gracia esbozaba una sonrisa, sobre todo con las "cosas"  del  "Divino Calvo" del que se convirtió en mecenas, protector y administrador para no faltar a lo prometido a su hermano -adversario en la plaza y amigo inquebrantable en la calle- Joselito "El Gallo". También con las "cosas y travesuras" de su panda de Triana cuando era más joven y de la que se estuvo acordando toda su vida. Aparte de ésto reía poco y cuando lo forzaban "Hombre Juan, riete que te vamos ha hacer un retrato", lo que hacía era una mueca y enseñar los piños, que por cierto no los mejora ninguna publicidad de gabinete odontológico ni de dentífricos del mercado.

Antonio Fernández Cachero

domingo, 12 de junio de 2011

DESDE MI BALCÓN: ROCÍO DE TRIANA


Del Artozano a la O
caminito del Cachorro
una carreta de plata
y un Simpecado de oro.
        -------
En el barrio la llaman
"La Chiquetita",
y en la aldea Rocío,
casa y ermita.
       -------
Carita de la Virgen,
uva y limones,
de trigo y amapolas
son sus colores.
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Lirios, rosas, naranjas,
sol y romero,
el Simpecado brilla
más que un lucero.
      --------
El andar de los güeyes
lo vá meciendo,
entre el polvo y las flores
parece un sueño.
      ---------
Todos junto al Simpecado
con cantares y plegarias,
con promesas y con fé
y en el pecho una medalla,
medalla de mi Hermandad
con cinta verde esmeralda
y otra cinta en el sombrero.

Un solo nombre: ¡TRIANA!.

¡Ay!, quién pudiera
llegar contigo andando
a Castilleja.


Antonio Fernández Cachero

sábado, 11 de junio de 2011

VEO VEO: ¿OTRA VEZ SE DESBORDA EL RÍO POR TRIANA?


Dicen que el medio influye en el carácter de las personas, que en el sur somos más alegres y simpáticos porque el cielo es azul casi siempre. Otros piensan que esas cualidades se llevan en la sangre, me gusta más esa expresión “es que lo ha mamao desde chico” porque nos hacer ver que casi todo se aprende de una forma o de otra, muchas veces sin querer, otras  sin saber. Cuando escucho a los viejos trianeros hablar de su tiempo, suelen recordar que los vecinos se ayudaban mucho entre sí, pienso que a crear esta solidaridad permanente tuvieron que ayudar la difícil convivencia en los corrales, tan abudantes por entonces en nuestro barrio, y, sobretodo, los destrozos que producían las constantes arriadas del Guadalquivir. En los terremotos y otros desastres naturales se nos ablanda el corazón, el de esos trianeros debe ser un mijagón remojado en un tazón de café con leche para engañar la jambre (sólo he conocido la que se escribe con hache).


Quizás el río nos ha marcado el espíritu y por eso para la nueva remodelación en el principio de la calle San Jacinto han querido homenajear al Guadalquivir, que tan poco tiempo ha corrido luminoso junto al carril bici. Y para hacerlo más verídico, rotos los cristales, la primera vez fue por el paso del camión que se encargaba de colocar los adornos navideños a los pocos días de su inauguración, puede que una noche de gran marea las aguas que van y vienen hasta la mar se desborden para lavar nuestros ojos cerrados y nos empujen a unos y otros hasta convencernos de que otra vida mejor es la única posible.

Rafael Martín Holgado.

miércoles, 8 de junio de 2011

VEO VEO: UNA MAÑANA DIFERENTE

Suenan cohetes, estampidos sordos en TRiana, hay más gente en la calle de lo habitual y además forman grandes grupos, muchas mujeres van con faldas largas de volantes y se han puesto flores falsas en el pelo, azules, amarillas, naranjas…, los hombres con sombrero, creo que acertadamente porque el sol ya pica. Todavía es temprano, pero hoy parece que han preferido el botellín al café con leche, aunque también hay quienes buscan desesperados un bar con un papelón de calentitos en las manos, el más alto los ha llamados churros, pronunciando la ese final.


Ya se acerca la comitiva, abierta por dos caballeras, un poco más atrás otro grupo de jinetes le siguen, van mirando altaneros a las personas que se han agolpado en las aceras, como si buscaran a quien saludar, están vestidos con chaqueta y pantalón, sin embargo no son las prendas de vestir a diario, tampoco el calzado.


Llega una primera carreta custodiada por una multitud, debe ser el elemento principal del cortejo, delante hay un grupo que va tocando las palmas, un hombre canta y una pareja  baila, es hermoso ver cómo se mueven, parecen dar vueltas uno sobre el otro, se acercan y se alejan al compás de una música agradable y festiva, hasta cuatro veces se repite el cante y el baile.


Por detrás cuento más de una veintena de carretas, casi todas van cerradas, la persona que tengo al lado al verme haciendo fotografías me cuenta que lo típico de TRiana son las carretas con lunares pequeños y encajes, están muy engalanadas, hasta las ruedas van pintadas de blanco, son tiradas por una collera de bueyes que maneja un encargado con vara, las bestias también portan adornos y la gente les presta mucha atención, realmente la merecen. Por fin, una de las últimas lleva las telas sueltas y puedo apreciar en el interior como una casa en miniatura, ahora entiendo por qué se ven tantos anuncios de se vende en esta calle. Les deseo un buen camino, como he escuchado por ahí.


Rafael Martín Holgado.

martes, 7 de junio de 2011

EL DEDO DE RODRIGO: EL ALTOZANO INDIGNADO

        
 El pasado sábado visité a José María Gómez, sabio periodista jubilado, clásica firma de El Correo de Andalucía. Vivió José María en el hoy más real, el que le marcaba la agenda profesional, ya que su sección trataba de la actualidad en Sevilla. Nació en Dos Hermanas, hijo y nieto de alcalde; allí rotularon una calle con su nombre y acaba de rematar una novela autobiográfica. Pero José María Gómez lleva cuarenta años viviendo en Triana, en la calle San Jacinto.
         No se encuentra bien físicamente; le falla el cuerpo por dos lados  principales, las piernas y la vista. Y han de ser sus días un ejercicio de resistencia por tantas duras pruebas como la Providencia ha puesto en su camino. José María Gómez, aún fallándole la herramienta principal, se aferra a la vida cada mañana; lee y escribe mientras sus ojos se lo permiten y procura estar al tanto, como siempre, de lo que pasa en Sevilla y en su barrio, un barrio que un día, correspondiendo a su entrega, lo nombró “Trianero Adoptivo”. Al fin de una gratísima charla, me regaló dos libros suyos dedicados, uno sobre su pueblo y otro en el que recoge pasajes de la ciudad antigua. Dos tesoros.
         Y como yo estaba avisado de la concentración trianera de “los indignados” del 15-M, salí con tiempo para asistir antes a la reunión. Fue a la sombra del ficus del Altozano y vi y oí en vivo las manifestaciones, protestas y sueños de estas personas, entre las que son mayoría los jóvenes, a los que tantas veces escuché a través de la televisión y la radio. Ya había pasado por “las setas” (ahora a la Encarnación se la nombra así en la penúltima derrota de lo clásico) y contemplado con entusiasmo el tinglado reivindicativo de estos jóvenes “sin-sin”: todo un espectáculo ensoñador... ¿Dónde hay que firmar? Desde primera hora sentí simpatía por ellos y sus ideas, por lo que me parecía el anhelado despertar de la rebeldía que se les supone; simpatía que, rápidamente, se convirtió en admiración sintiéndome uno más de pelo blanco entre ellos.
         Pues llegaron a Triana y, en seguida, se conformó un apretado coro de oyentes, gente silenciosa, como absorta, a la que parecía le costaba digerir los mensajes y planteamientos que parecían de otro mundo. Repartieron los organizadores copias de un chiste gráfico de Forges, ése en que un tranquilo personaje piensa: Soy libre... puedo elegir el banco que me exprima, la cadena de televisión que me embrutezca, y así... en una de las viñetas periodísticas más lúcidas que leí nunca (El País). Se pidió la participación de los concurrentes y le escuché a un veterano su discurso pleno de acierto y muestra elocuente de cómo los mayores tenemos motivos sobrados para sentir la misma indignación.
         Como digo, había salido con tiempo suficiente, pero el acto se demoró, así que la hora de la cita con José María Gómez se me echó encima y no pude estar hasta el final; le pedí al amigo Paco León, con quien estaba, que me contara más tarde (quedamos citado en La Blanca Paloma) lo que le llamara la atención del resto de la histórica convocatoria.
         Aquel acto habría sido portadilla de la sección periodística de José María Gómez. Y a lo mejor la hubiera titulado así: “El Altozano vuelve a ser la barricada de la libertad”.


Ángel Vela Nieto

lunes, 6 de junio de 2011

TRAS LAS RAÍCES DE TRIANA: UNA MAGNOLIA PARA TI

En la puerta de la iglesia parroquia de San Joaquín, por detrás del instituto Bécquer y de Mar de Plata, se alza un joven magnolio, solitario. El corto tronco se ramifica hasta formar una densa copa de grandes hojas muy lustrosas, son parecidas a las hojas de los ficus, pero se diferencian por una pelusilla roja que tienen en el envés.


Originario de los Estados Unidos es un buen ejemplo de árbol primitivo, lo que se refleja en unas flores excesivamente costosas de producir: numerosos pétalos blancos y gran cantidad de estambres para atraer y dar de comer a los escarabajos que se encargarán de transportar el polen de unas flores a otras.


La magnolia es una flor muy grande y olorosa con una estructura central dónde están guardadas las células reproductoras femeninas y de cuya base parten los estambres. Una vez fecundada, los pétalos y estambres se caen, mientras que la estructura se irá endureciendo hasta transformarse en el fruto, al tiempo que en su interior se van formando las semillas.


Quiero que llegue esta noche y esconderme bajo esa delgada luna árabe para cortar una magnolia y dejarla sobre tu cama, cubrir tu piel con el terciopelo de sus hojas y perfumarte con sus viejos aromas de frutas imaginadas. Se que, como siempre, te la mereces.

Rafael Martín Holgado.
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